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Brasil cambia mapa político de América Latina

  • 01 septiembre 2016 /

Brasília.

El impeachment de Dilma Rousseff no solo puso fin a 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil, también es un gran retroceso para la “marea rosa” de la izquierda en América Latina.

Han pasado casi dos décadas desde que la izquierda avanzó y barrió con el poder en América Latina, bajo la promesa de una nueva política para un nuevo siglo.

La llamada “marea rosa” -por ser más moderada que los rojos comunistas revolucionarios de la Guerra Fría- alcanzó a 15 países, comenzando por Venezuela con la elección del fallecido Hugo Chávez en 1998.

Pero fue el gigante Brasil el que verdaderamente tiñó de rosa el continente con el carismático y popular Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma, su ahijada política, cuando el PT llegó en 2010 al poder. Combinando políticas ortodoxas y amigables con el mercado con programas sociales revolucionarios, Lula soñó con Brasil de clase media impulsado por el consumo. Aunque ese sueño se ha visto frustrado.

Cuando traspasó el poder a Dilma tras dos períodos de gobierno, Brasil registraba un crecimiento de 7,5% y más de 40 millones de brasileños habían escapado de la pobreza. Pero todo se ha desmoronado, no solo para Brasil, sino para toda la región, que enfrenta su segundo año de recesión.

“Había esa sensación de que América Latina finalmente estaba emergiendo”, dijo a la AFP William LeoGrande, cientista político de la American University de Washington.

La nueva derecha

Si la llegada del siglo XXI fue un nuevo comienzo para la izquierda tras un siglo XX que la condenó a la marginación con golpes de estado, invasiones y gobiernos militares a menudo con el respaldo de EUA, la región puede estar ahora viviendo el surgimiento de una nueva derecha. El surgimiento de una derecha latinoamericana más pragmática comprometida con la democracia y una agenda social es algo nuevo, dijo John Coatsworth, rector de la Universidad de Columbia en Nueva York, y experto en historia latinoamericana.

La buena noticia para la izquierda, agregó, es que la derecha nunca probó ser mejor en el manejo de las crisis económicas. Y recordó: “los partidos de centro-derecha y de derecha que se están beneficiando del colapso de la izquierda en toda América Latina sufrieron ellos mismos un colapso similar hace una década”.