Caracas, Venezuela.
En una nueva protesta contra el gobierno socialista de Nicolás Maduro, al menos tres elementos de la policía venezolana y cinco manifestantes resultaron heridos ayer, tras enfrentamientos realizados en la ciudad de San Cristóbal.
La manifestación comenzó pasadas las cuatro de la mañana local en la avenida principal de Las Pilas, al noreste de San Cristóbal, cuando los jóvenes bloquearon las calles con bolsas de basura y escombros e iniciaron un enfrentamiento lanzando bombas incendiarias caseras contra la militar Guardia Nacional y la Policía, que les respondió con balas de goma y bombas lacrimógenas.
Durante la protesta se escucharon reclamos en contra de la escasez de productos básicos, la inflación que supera 60% y la inseguridad, los mismos con los que empezaron las violentas manifestaciones antigubernamentales de principios de año. Se suman a ellos la crítica al plan gubernamental de supervisar la compra de alimentos a través de un sistema electrónico y los recurrentes cortes eléctricos en la ciudad.
Niegan racionamiento
El Gobierno venezolano descartó ayer que busque racionar las compras de los ciudadanos con el sistema biométrico o de captahuellas que se instalarán en los comercios, sino evitar el contrabando y la reventa ilegal de productos de consumo masivo.
“No se dejen manipular por la manipulación de la derecha. El captahuella no es para restringir compras, es para capturar contrabandistas”, escribió en Twitter el vicepresidente del Gobierno, Jorge Arreaza.
Los mercados y supermercados venezolanos, así como las cadenas de farmacias y otros comercios, deben tener operativo el sistema a partir del 30 de noviembre próximo, confirmó hoy el superintendente de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, que ha señalado al contrabando como una de las razones de la aguda escasez de productos que registra el país, ha dicho que el uso de las captahuellas ahora a los comercios constituye “una bendición”.
El jefe de Estado, quien emitió la orden a sus ministros de economía, explicó que el sistema es el mismo que utilizan las autoridades electorales para evitar fraudes con los votos.
Algunas voces de la oposición al Gobierno han dicho que el sistema equivale a la tarjeta de racionamiento cubana, un sistema por el cual el Gobierno de la isla subsidia un consumo básico mensual a sus ciudadanos.
En una nueva protesta contra el gobierno socialista de Nicolás Maduro, al menos tres elementos de la policía venezolana y cinco manifestantes resultaron heridos ayer, tras enfrentamientos realizados en la ciudad de San Cristóbal.
La manifestación comenzó pasadas las cuatro de la mañana local en la avenida principal de Las Pilas, al noreste de San Cristóbal, cuando los jóvenes bloquearon las calles con bolsas de basura y escombros e iniciaron un enfrentamiento lanzando bombas incendiarias caseras contra la militar Guardia Nacional y la Policía, que les respondió con balas de goma y bombas lacrimógenas.
Durante la protesta se escucharon reclamos en contra de la escasez de productos básicos, la inflación que supera 60% y la inseguridad, los mismos con los que empezaron las violentas manifestaciones antigubernamentales de principios de año. Se suman a ellos la crítica al plan gubernamental de supervisar la compra de alimentos a través de un sistema electrónico y los recurrentes cortes eléctricos en la ciudad.
Niegan racionamiento
El Gobierno venezolano descartó ayer que busque racionar las compras de los ciudadanos con el sistema biométrico o de captahuellas que se instalarán en los comercios, sino evitar el contrabando y la reventa ilegal de productos de consumo masivo.
“No se dejen manipular por la manipulación de la derecha. El captahuella no es para restringir compras, es para capturar contrabandistas”, escribió en Twitter el vicepresidente del Gobierno, Jorge Arreaza.
Los mercados y supermercados venezolanos, así como las cadenas de farmacias y otros comercios, deben tener operativo el sistema a partir del 30 de noviembre próximo, confirmó hoy el superintendente de Precios Justos, Andrés Eloy Méndez.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, que ha señalado al contrabando como una de las razones de la aguda escasez de productos que registra el país, ha dicho que el uso de las captahuellas ahora a los comercios constituye “una bendición”.
El jefe de Estado, quien emitió la orden a sus ministros de economía, explicó que el sistema es el mismo que utilizan las autoridades electorales para evitar fraudes con los votos.
Algunas voces de la oposición al Gobierno han dicho que el sistema equivale a la tarjeta de racionamiento cubana, un sistema por el cual el Gobierno de la isla subsidia un consumo básico mensual a sus ciudadanos.
