25/04/2024
11:19 PM

Familiares entierran a supuesto caníbal de Miami

El pastor Félix Keny invitó a la multitud a pensar en la familia del fallecido, pero también les pidió meditar en el hombre sin hogar afectado por las acciones de Rudy Eugene.

Para el mundo es conocido como el zombi de Miami. Sin embargo, los amigos y la familia de Rudy Eugene, que se reunieron ayer por la mañana en la funeraria Grace en Miami para recordar los 31 años de edad del muerto a tiros por la Policía durante un ataque en el viaducto MacArthur, lo recuerdan de otra manera.

Marckenson Eugene, uno de los hermanos menores de Rudy, dijo que su difunto pariente “siempre había estado allí para él”, y que constantemente tenía gestos como pagar su factura de teléfono celular e incluso darle un poco de dinero extra cuando escaseaba.

“Era el tipo de persona que te daría lo último que tenía”, dijo Marckenson. “Si él tenía algo, te lo daba”.

Cerca de 150 personas asistieron al servicio privado dirigido por el pastor Félix Keny, que había conocido a Rudy desde la infancia, cuando él había asistido a la escuela dominical.

Espantoso caso

Félix invitó a la multitud a pensar en la familia del hombre fallecido y orar por ellos y su momento de dolor.

También les pidió pensar en “el hombre sin hogar ‘Poppo Ronald’ que se vio afectado por las acciones de Rudy”. Poppo (65) se ha hallado en estado crítico en el Hospital Jackson Memorial desde el 26 de mayo, después de que Rudy Eugene, loco y desnudo, le desfigurara el rostro.

El espantoso caso ha llamado la atención internacional.

La opinión pública había etiquetado a Rudy Eugene como un caníbal, pero su autopsia reveló que no tenía carne humana en el estómago.

Lo que sí reveló el examen post mórtem fue cierta cantidad de pastillas sin digerir.

Para los dolientes que desfilaron ayer ante el féretro gris y plata de Eugene, muchos de ellos llorando, el incidente fue una tragedia personal muy profunda.

Los panfletos que incluían el programa del funeral decían conmemorar la vida de “un chico que aspiraba a lo mejor, un hombre que se centró en disfrutar de su pedazo del sueño americano” siendo dueño de un negocio de suplementos para automóviles.

“Su ambición, la tenacidad y la firme creencia en Dios habrían sido suficientes para que sus sueños se conviertan en realidad”, decía el panfleto.

Los familiares de Eugene habían mantenido deliberadamente en secreto los detalles del servicio fúnebre hasta el viernes por la noche; no querían que el funeral se convirtiera en un espectáculo público.

Miembros de la familia dijeron que querían compartir sus últimos momentos con Eugene junto a aquellos que lo conocían mejor.

“Rudy fue siempre una persona muy cariñosa”, dijo el hermano menor. “¿Qué no daría yo por un beso en este momento?”, añadió con los ojos enrojecidos por las lágrimas.