Volamos de Curitiba a Foz de Iguazú con dos propósitos, visitar la represa más impresionante del mundo: la represa de Itaipú Binacional y presenciar el espectáculo de las cataratas de Iguazú.
El profundo sur brasileño es un encuentro de ríos y fronteras compartidas, tanto Brasil como Argentina y Paraguay comparten una franja tripartita de intereses geográficos que al día de hoy se ha convertido en un centro de gran actividad económica y social. Antes de 1960, Iguazú no era más que un paraíso de selvas y ríos. Asentamiento de grupos indígenas y básicamente una reserva impenetrable donde el río Paraná y el Iguazú se encontraban en las tres fronteras para formar el caudaloso Río de la Plata que desde ahí se extiende en imparables raudales cruzando Uruguay y Argentina. El proyecto hidroeléctrico más colosal del mundo, la represa Itaipú Binacional, acapara la atención de turistas, investigadores y visitantes colegiados del mundo, los nativos se dedican a las actividades pecuniarias que se llevarían a cabo en cualquier ciudad normal.
El coloso de Itaipú
Antes de la construcción de la represa de las tres gargantas de China, Itaipú Binacional mantuvo durante décadas el primer lugar como la represa más colosal. Para no resignarse a un segundo lugar en tamaño, los defensores de Itaipú siguen diciendo que el primer lugar de la binacional ahora se refiere a otras variables como la eficiencia, la sustentabilidad y la cobertura. Cierto o no, la verdad es la represa de Itaipú ya es un hito compartido entre Brasil y Paraguay.
El proyecto nació en la mente de dos gobiernos visionarios y a través del famoso Tratado de Itaipú. Aunque hoy día los sociólogos de Brasil y Paraguay intentan soslayar los nombres de los jefes militares que estuvieron al frente de las negociaciones en representación de las dos naciones involucradas en el colosal proyecto, lo cierto es que la represa fue uno de los logros inobjetables de los gobiernos militares de la época. Los trabajos se iniciaron en 1975 con la participación de 40,000 obreros y se concluyeron en 1982 con el cierre de las compuertas del desvío del río Paraná. El 24 de mayo de 1984 Itaipú comenzó a generar energía… “pero los trabajos de mejoría, ampliación y mantenimiento jamás van a terminar”, nos aclaró uno de los expertos. Hoy la represa más inmensa e impresionante de América del Sur produce 14,000 megavatios de energía limpia que se destina en partes iguales entre Brasil y Paraguay. Esto significa el 90% de la energía que consume Paraguay, el 20% de la energía que consume Brasil.
También significa un superávit energético para la nación paraguaya cuya política actual es revender el sobrante a la nación brasileña a precios “amigables”. Sin embargo, hoy Itaipú es algo más que una represa de óptimo provecho energético, a través de una “visión ampliada” los administradores binacionales descubrieron que Itaipú es también un centro turístico.
