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Afroamericano abraza a un hombre nazi en medio de protestas

  • 22 octubre 2017 /

Tras su discurso nazi, el hombre recibió un golpe donde más le dolió.

Virginia, EUA

Las marchas por la supremacía blanca y el enfrentamiento contra el movimiento Black Lives Matter (Las vidas negras importan) en Estados Unidos no terminaron con el brutal ataque racista de Charlottesville, Virginia, y nuevos encuentros han sucedido conforme estos eventos se han vuelto a desarrollar, demostrándonos que temáticas tan violentas como el racismo y la xenofobia están lejos de acabar.

Y fue en una de estar marchas en que ocurrió un curioso hecho: Randy Furniss, un nazi, intentó provocar a una multitud que se oponía al discurso de el supremacista blanco Richard Spencer en la Universidad de Florida.

Los protestantes gritaban para expulsar a los nazis mientras cientos de policías elaboraban barricadas para separar a ambos bandos y evitar algún trágico desenlace.

Sin embargo, Furnisss entró directamente entre los más de 300 protestantes vistiendo su polera con esvásticas, lo que le concedió uno que otro puñetazo en el rostro.

Eso, hasta que un protestante decidió hacer algo distinto, se acercó peligrosamente a Furniss hasta dejarle sin espacio para huir, y en ese momento hizo lo que todos menos esperaban.

Previo al enfrentamiento, Furniss declaró a un medio que las personas no blancas querían tener lo que ellos ya tienen.

“Están siendo levantados y está llegando al punto en que nos quieren tirar hacia abajo, eso no está bien”, confesó con un punto de vista bastante criticable.

Abrazo a nazi

Muchos supremacistas han intentado conseguir discursos de Spencer atribuyendo una “libertad de expresión”.

Lo que claramente no tiene lógica, pues la libertad de expresión no respalda el promover ideologías basadas en el odio hacia otras personas según raza, color, etnia, ni religión, etc.

De todas formas, el evento terminó sin mayores desórdenes y con sólo cinco personas con heridas leves, lo que no deja de ser preocupante a medida que las tensiones frente al tema aumentan a nivel mundial y en específico en Estados Unidos, donde su propio presidente no hace los esfuerzos necesarios para condenar el racismo ni la xenofobia.