28/04/2024
12:48 AM

Adiós a la era de los transbordadores de la Nasa

El transbordador nació en 1972, con la decisión del presidente Richard Nixon de lanzar el programa.

Concebido en los años 70 como vehículo espacial económico para alcanzar la órbita terrestre, el transbordador espacial de Estados Unidos, que combina las características de un autobús y de un camión, conoció altibajos desde su primer vuelo hace tres décadas.

El transbordador nació en 1972, con la decisión del presidente Richard Nixon de lanzar el programa. El primer vuelo orbital, el de Columbia, tuvo lugar el 12 de abril de 1981, con apenas dos astronautas a bordo.

El vuelo número 25 fue dramático: el 28 de enero de 1986, la nave Challenger explotó ante las cámaras de televisión 73 segundos después de despegar.

Los siete miembros de la tripulación murieron, entre ellos Christa McAuliffe, de 37 años, que iba a convertirse en la primera profesora en volar en el espacio.

El transbordador permaneció paralizado durante casi tres años y reanudó sus expediciones en septiembre de 1988 con el vuelo del Discovery.

Uno de los puntos álgidos de la historia del transbordador tuvo lugar en 1990 cuando el Discovery desplegó el primer telescopio espacial, el Hubble, que revolucionó la historia de la astronomía.

El piloto de la nave era Charles Bolden, actual director de la NASA y primer negro en ocupar este cargo.

A fines de diciembre de 1993, el Endeavour efectuó la primera misión de mantenimiento del telescopio con el fin de corregir un defecto de concavidad que presentaba el Hubble en un espejo, de hecho inutilizable. El transbordador efectuaría otras cuatro misiones de mantenimiento del telescopio, la última de ellas en 2009.

El vuelo del Discovery, en febrero de 1995, marcó el inicio de una estrecha colaboración espacial ruso-estadounidense. El orbitador transportó entonces a un cosmonauta ruso y llegó a aproximarse mucho a la estación rusa MIR, que había sido voluntariamente desorbitada con el fin de proceder a su destrucción en 2001.

Tres meses más tarde, el Atlantis realizó la primera de nueve misiones a la MIR incluyendo en ese vuelo a cuatro rusos y un estadounidense

La construcción de la Estación Espacial Internacional, ISS, en 1998, cuyo primer módulo Zarya (ruso) fue puesto en órbita por un cohete ruso Protón en noviembre de ese año, supuso para el transbordador estadounidense su misión de mayor importancia.
Una etapa brillante

Los lanzamientos de transbordadores ya eran cosa común, pero el 1 de febrero de 2003 se produjo una nueva catástrofe: el Columbia se desintegró al regresar a la atmósfera, y sus siete tripulantes murieron.

No habría más vuelos durante dos años y medio. Una comisión de investigación designada para analizar las causas del accidente criticó con dureza a la NASA y le formuló drásticas recomendaciones para mejorar las condiciones de seguridad.

Pero en julio de 2005, en su primer vuelo tras la paralización del programa, el Discovery perdió un fragmento de grandes dimensiones de espuma aislante en el momento del lanzamiento, sin llegar a dañar el escudo térmico del orbitador. Este mismo problema estuvo en el origen del accidente del Columbia.

Los transbordadores permanecerían nuevamente en los hangares durante un año.

Tras nuevas medidas tendientes a brindar máxima seguridad a la tripulación, el 4 de julio de 2006 se retomaron los vuelos, con un remozado Discovery.

El despegue del Atlantis el viernes 8 de julio marca el último paseo espacial de este tipo de aparatos.

En total, 385 personas de 16 países, en su gran mayoría estadounidenses, habrán volado en un transbordador.

Fueron construidas seis naves, aunque la primera, Entreprise, no pasó del estadio del prototipo. Discovery, Endeavour y Atlantis son las tres sobrevivientes de aquella flota.