El Phelps inmaduro se ha convertido en un padre de familia, que dedica sus medallas a Nicole, a Boomer y a su madre Deborah en las tribunas. Ese es el aplauso que más le importa al legendario nadador estadounidense.
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La experiencia del atleta más laureado en la historia de los JJOO lo convierte en una especie de figura paterna para la joven generación de relevo de Estados Unidos.
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El primer hijo de la pareja, que tiene su propia cuenta de Instagram, le ha robado el protagonismo a su padre en Río, donde no ha pasado inadvertido para los fotográfos que lo retrataron con sus 'patrióticos' protectores de ruido, junto a su madre y abuela.
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Michael Phelps llevó a su familia a Río de Janeiro para presenciar los que podrían sus últimos Juegos Olímpicos.
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El monarca de las aguas ha tomado inspiración tras el nacimiento de su hijo para seguir conquistando medallas de oro en los JJOO.
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Su prometida Nicole Johnson, ex miss California, lo apoya fielmente con su suegra en cada competencia.
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Phelps levantó los brazos e hizo la señal del número uno con sus dedos tras ganar la prueba de los 200 mariposa.
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Sin duda alguna, la familia del 'tiburón' se ha convertido en su motivación para continuar siendo el número 1.
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El nadador comparte imágenes de su prometida y su bebé, que también lo acompañan en sus entrenamientos, en sus redes sociales.
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El bebé Boomer disfruta del agua al igual que su padre.