La candidatura de Donald Trump a la Presidencia de EUA por el Partido Republicano, una de las mayores sorpresas electorales de los últimos tiempos en el país, ha dado pie a numerosas teorías de la conspiración, algo a lo que el propio aspirante es muy aficionado.
La principal teoría conspiratoria, que circula por internet casi desde que el multimillonario anunció su intención presidencial en junio de 2015, es la de que Trump sea en realidad un 'submarino' de su rival demócrata, Hillary Clinton, para torpedear las posibilidades electorales del Partido Republicano y dividirlo.
Esta teoría se ha visto alimentada principalmente por la relación que Hillary y el expresidente Bill Clinton han mantenido desde antaño con el magnate neoyorquino, a cuya boda con Melania, su actual esposa, asistieron en 2005.
Pero también por el hecho de que Trump, que nunca ha militado en el Partido Republicano, ha sido un viejo donante del Demócrata y de los Clinton, con cuyas campañas se ha mostrado generoso.
Bill y Hillary Clinton asistieron a la boda de Donald Trump con Melania en 2005.
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Esa teoría tuvo en su momento un defensor de lujo, Jeb Bush, uno de sus principales adversarios por la candidatura republicana a la Casa Blanca que había partido como eventual favorito. 'Quizá Donald Trump negoció un acuerdo con su amiguita Hillary Clinton, Si seguimos por este camino, la va a llevar a la Casa Blanca', escribió Bush en su cuenta de Twitter en diciembre pasado.
Otra teoría sostiene que Trump en realidad no tiene ninguna intención de convertirse en presidente y se metió en la carrera electoral para llevar la notoriedad que ha conseguido como estrella del programa de televisión 'The Aprentice' a un nivel superior, en una maniobra maestra de relaciones públicas.
Son muchos los convencidos de esta teoría, como el profesor emérito de política del Occidental College, Peter Drier, y quienes creen en ella explican así las constantes metidas de pata y recurrentes polémicas que genera el multimillonario.
Trump 'se caga de miedo' ante la idea de ganar la candidatura presidencial y 'se acuesta todos los días excitado por la atención mediática que conseguirá al día siguiente y preocupado de realmente poder vencer, inseguro de cómo salir del aprieto en que se encuentra', escribió Drier en el Huffington Post en octubre pasado.
Pese a lo retorcido de esta hipótesis, los reiterados intercambios de halagos que Trump se ha cruzado con Putin y la extraña fascinación que tiene por el excoronel de KGB le dan cierta credibilidad.
'En el negocio de la inteligencia, diríamos que el señor Putin ha reclutado al señor Trump como un agente inconsciente de la Federación Rusa', opinó el pasado viernes el exjefe de la CIA Michael Morell. EFE