Corea del Norte abrió este viernes el congreso del partido único en el poder, la primera gran asamblea política en casi 40 años, cuyo objetivo es consagrar a Kim Jong-un como líder absoluto en un contexto de posibles nuevos ensayos nucleares.
Miles de delegados llegaron a Pyongyang desde todo el país para asistir a esta reunión excepcional del Partido de los Trabajadores de Corea (PTC) que se celebra en el imponente Palacio del 25 de abril.
Kim Jong-un, de 33 años, aún no había nacido cuando tuvo lugar el último congreso, en 1980, y que consagró a su padre Kim Jong-il como heredero de este régimen dinástico fundado por su abuelo Kim Il-sung hace casi 70 años.
Aunque la prensa internacional fue invitada a cubrir el congreso, debían hacerlo
desde fuera del recinto.
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El centenar de periodistas extranjeros invitados a cubrir el acontecimiento no estaban autorizados a penetrar en el interior del edificio, cuya fachada estaba decorada con retratos gigantes de los dos dirigentes fallecidos. Fotógrafos y cámaras permanecían a 200 metros del recinto.
Fiesta de la propaganda
Aunque no se han difundido detalles sobre la reunión, ni tampoco sobre su duración, su principal objetivo será cimentar formalmente la condición de Kim Jong-un como líder supremo e incuestionable de Corea del Norte.
Está previsto que el congreso confirme la llamada estrategia del 'byungjin' iniciada por Kim Jong-un, que consiste en llevar a cabo al mismo tiempo el desarrollo económico y los programas nucleares y balísticos.
Con motivo del congreso, las banderas del PTC y de Corea del Norte decoran las largas avenidas de Pyongyang. 'Los grandes camaradas Kim Il-sung y Kim Jong-il siempre estarán entre nosotros', rezan las pancartas que también decoran la capital.
'Defended el cuartel general de la revolución coreana hasta la muerte', proclama otra pancarta.
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Los expertos especulan sobre un posible quinto ensayo nuclear de Pyongyang, durante el congreso, para reafirmar ante el mundo su estatuto de potencia nuclear.