Pedernales, Ecuador.
Bomberos y rescatistas aceleraban ayer la búsqueda de sobrevivientes entre fuertes réplicas del potente sismo de 7,8 grados que ha dejado, según datos oficiales hasta ayer, 570 muertos y 5,733 heridos en la costa ecuatoriana, uno de los más mortíferos de los últimos años en América Latina.
Uno de los rescates que ayer ensombreció la jornada fue el hallazgo del cuerpo del niño colombo-ecuatoriano de seis años José David Eras, quien tras el potente sismo del sábado quedó atrapado entre los escombros del hotel Royal en la ciudad de Pedernales. Los medios y rescatistas alimentaban la esperanza de encontrarlo aún con vida. Pero perdieron toda esperanza cuando a la 1 de la madrugada lograron ubicar el cuerpo del pequeño, aunque necesitaron dos horas más para rescartarlo.
Poco después sacaron de entre los escombros el cuerpo de su padre, José Luis, la novia de éste, Pamela Naranjo y su hija.
El lunes, bomberos de la ciudad colombiana de Pasto presentes en Ecuador, detectaron vida -a través de un escáner de signos vitales- en el lugar donde se presumía había quedado atrapado José David junto a su padre y otras dos personas, e inmediatamente la posibilidad de que el menor hubiera sobrevivido generó titulares y una ola de solidaridad en Colombia
Nacido en Ecuador, José David tenía también nacionalidad colombiana por su madre y residía con ella en Quito. Estaba en Pedernales pasando el fin de semana con su papá, la esposa de éste y otra niña.
El lunes, 16 integrantes del grupo especializado USAR del Cuerpo de Bomberos de la ciudad colombiana de Pasto presentes en Ecuador, detectaron vida -a través de un escáner de signos vitales- en el lugar donde se presumía había quedado atrapado José David junto a su padre y otras dos personas, e inmediatamente la posibilidad de que el menor hubiera sobrevivido generó titulares y una ola de solidaridad en Colombia.
Situación difícil
“La cifra de fallecidos, lastimosamente, aumentará, pero cada vez a un ritmo menor porque ya se han rescatado muchos cadáveres”, aseguró el mandatario desde Quito tras visitar la zona afectada en un 70,80%.
Correa aseguró que su país está “mucho más preparado” que antes para enfrentar este tipo de tragedias y que poco a poco se va restableciendo la energía eléctrica y las telecomunicaciones. La distribución de agua y víveres empiezan a llegar a las zonas más remotas del estado de Manabí (de lejos el más afectado).
En Manta, más de 200 voluntarios preparan raciones de alimentos y productos básicos como pañales o papel higiénico en un centro de abasto y distribución, constató la AFP.
En Pedernales, se reparte ropa, alimentos y medicinas, papel higiénico y pañales llegados gracias a donaciones públicas y de particulares de todo el país.
Correa también agradeció la ayuda de países como Colombia, Cuba, Venezuela, España, Estados Unidos, Perú, México o Bolivia, y pidió la creación de “una secretaría de riesgos sudamericana” para atender de manera coordinada tragedias como esta.
Bomberos y rescatistas aceleraban ayer la búsqueda de sobrevivientes entre fuertes réplicas del potente sismo de 7,8 grados que ha dejado, según datos oficiales hasta ayer, 570 muertos y 5,733 heridos en la costa ecuatoriana, uno de los más mortíferos de los últimos años en América Latina.
Uno de los rescates que ayer ensombreció la jornada fue el hallazgo del cuerpo del niño colombo-ecuatoriano de seis años José David Eras, quien tras el potente sismo del sábado quedó atrapado entre los escombros del hotel Royal en la ciudad de Pedernales. Los medios y rescatistas alimentaban la esperanza de encontrarlo aún con vida. Pero perdieron toda esperanza cuando a la 1 de la madrugada lograron ubicar el cuerpo del pequeño, aunque necesitaron dos horas más para rescartarlo.
Poco después sacaron de entre los escombros el cuerpo de su padre, José Luis, la novia de éste, Pamela Naranjo y su hija.
Voluntarios ordenan las donaciones de víveres que han sido enviadas a Ecuador. Foto: AFP
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Nacido en Ecuador, José David tenía también nacionalidad colombiana por su madre y residía con ella en Quito. Estaba en Pedernales pasando el fin de semana con su papá, la esposa de éste y otra niña.
El lunes, 16 integrantes del grupo especializado USAR del Cuerpo de Bomberos de la ciudad colombiana de Pasto presentes en Ecuador, detectaron vida -a través de un escáner de signos vitales- en el lugar donde se presumía había quedado atrapado José David junto a su padre y otras dos personas, e inmediatamente la posibilidad de que el menor hubiera sobrevivido generó titulares y una ola de solidaridad en Colombia.
Los residentes de esta zona hacen largas filas para recibir víveres. Foto: AFP
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“La cifra de fallecidos, lastimosamente, aumentará, pero cada vez a un ritmo menor porque ya se han rescatado muchos cadáveres”, aseguró el mandatario desde Quito tras visitar la zona afectada en un 70,80%.
Correa aseguró que su país está “mucho más preparado” que antes para enfrentar este tipo de tragedias y que poco a poco se va restableciendo la energía eléctrica y las telecomunicaciones. La distribución de agua y víveres empiezan a llegar a las zonas más remotas del estado de Manabí (de lejos el más afectado).
En Manta, más de 200 voluntarios preparan raciones de alimentos y productos básicos como pañales o papel higiénico en un centro de abasto y distribución, constató la AFP.
En la ciudad de Pedernales, militares ayudan a repartir ataúdes, donde muchas familias estan viviendo al aire libre. Foto: EFE
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Correa también agradeció la ayuda de países como Colombia, Cuba, Venezuela, España, Estados Unidos, Perú, México o Bolivia, y pidió la creación de “una secretaría de riesgos sudamericana” para atender de manera coordinada tragedias como esta.
Dos rescatistas descansan en Portoviejo. Foto: EFE
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