Manta, Ecuador.
“Allá abajo hay cuatro”, fueron las primeras palabras de una joven ecuatoriana, que los bomberos de Quito lograron sacar ayer de entre los escombros de una edificación en la ciudad de Manta, una de las más afectadas por el terremoto de magnitud 7,8 que el pasado sábado sacudió Ecuador. “Espérate ñaño (hermano), yo te aviso de los demás”, iba diciendo la mujer mientras salía de un hueco y con ayuda de los bomberos se deslizaba entre hierros retorcidos y pedazos de una construcción. Una vez que logró salir de entre los escombros, los bomberos y el personal de rescate le decían que no se levantara, al tiempo que pedían que se alistara el paramédico, un collarín para el cuello y una tabla para colocarla y sacarla del lugar, en tanto que otros pedían sus datos.
En medio de varias voces, se escuchaba la insistencia de la joven: “ñaño, ñaño, allá abajo hay cuatro”.
40 horas enterrado
En Portoviejo, equipos de salvamento de Colombia y Ecuador lograron ayer rescatar con vida a un hombre que estaba atrapado bajo los escombros del hotel El Gato. Pablo Rafael Córdoba Cañizares, administrador del hotel, permanecía sepultado entre cascotes, ladrillos y cemento desde la noche del sábado, pero sus esperanzas tuvieron como recompensa el rescate 40 horas después. Con la colaboración de un familiar, gracias a una llamada telefónica, Córdoba Cañizares pudo ser localizado, según explicó el capitán Carlos Cevallos, de la Unidad de Rescate de la Comisión de Tránsito de Ecuador. “Antes habíamos rescatado siete cadáveres, pero nunca perdimos las esperanzas de encontrar a alguien con vida”, comentó Cevallos.
De estadio a morgue
En Pedernales, epicentro del potente sismo el estadio de fútbol se convirtió en morgue, donde féretros amontonados bajo el sol abrasador y carpas para atender heridos evidenciaban la dimensión de la catástrofe.
Donde antes se gritaban goles, hoy funciona el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de este balneario en el norte del Pacífico ecuatoriano. En el improvisado depósito de cadáveres, expertos de criminalística y de la fiscalía, de uniforme blanco, identifican los cuerpos recuperados entre los escombros de viviendas y hoteles de esta localidad.
Socorristas y auxiliares de enfermería atienden también allí a los lesionados. “Acá recibimos a los heridos porque en el subcentro apenas hay tres camas y no es para hospitalización. No tiene quirófano”, explica a la AFP un médico del ministerio de Salud.
Correa, megáfono en mano
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, informó ayer que 54 personas han sido rescatadas con vida tras el terremoto del sábado que sacudió la zona costera del norte, donde se contabilizan 480 muertos y 4,027 heridos, además de 231 desaparecidos.
Correa ofreció este balance en declaraciones a periodistas durante un nuevo recorrido por zonas afectadas por el temblor, donde observó -megáfono en mano- los daños causados, conversó con damnificados y saludó a personal de equipos nacionales e internacionales de rescate.
“Allá abajo hay cuatro”, fueron las primeras palabras de una joven ecuatoriana, que los bomberos de Quito lograron sacar ayer de entre los escombros de una edificación en la ciudad de Manta, una de las más afectadas por el terremoto de magnitud 7,8 que el pasado sábado sacudió Ecuador. “Espérate ñaño (hermano), yo te aviso de los demás”, iba diciendo la mujer mientras salía de un hueco y con ayuda de los bomberos se deslizaba entre hierros retorcidos y pedazos de una construcción. Una vez que logró salir de entre los escombros, los bomberos y el personal de rescate le decían que no se levantara, al tiempo que pedían que se alistara el paramédico, un collarín para el cuello y una tabla para colocarla y sacarla del lugar, en tanto que otros pedían sus datos.
En medio de varias voces, se escuchaba la insistencia de la joven: “ñaño, ñaño, allá abajo hay cuatro”.
Un soldado es captado frente a un hostal destruido en Pedernales. Foto: AFP
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En Portoviejo, equipos de salvamento de Colombia y Ecuador lograron ayer rescatar con vida a un hombre que estaba atrapado bajo los escombros del hotel El Gato. Pablo Rafael Córdoba Cañizares, administrador del hotel, permanecía sepultado entre cascotes, ladrillos y cemento desde la noche del sábado, pero sus esperanzas tuvieron como recompensa el rescate 40 horas después. Con la colaboración de un familiar, gracias a una llamada telefónica, Córdoba Cañizares pudo ser localizado, según explicó el capitán Carlos Cevallos, de la Unidad de Rescate de la Comisión de Tránsito de Ecuador. “Antes habíamos rescatado siete cadáveres, pero nunca perdimos las esperanzas de encontrar a alguien con vida”, comentó Cevallos.
Una réplica de magnitud 6 en la escala abierta de Richter volvió a sacudir ayer la zona del norte de la costa de Ecuador. Foto: AFP
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En Pedernales, epicentro del potente sismo el estadio de fútbol se convirtió en morgue, donde féretros amontonados bajo el sol abrasador y carpas para atender heridos evidenciaban la dimensión de la catástrofe.
Donde antes se gritaban goles, hoy funciona el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de este balneario en el norte del Pacífico ecuatoriano. En el improvisado depósito de cadáveres, expertos de criminalística y de la fiscalía, de uniforme blanco, identifican los cuerpos recuperados entre los escombros de viviendas y hoteles de esta localidad.
Socorristas y auxiliares de enfermería atienden también allí a los lesionados. “Acá recibimos a los heridos porque en el subcentro apenas hay tres camas y no es para hospitalización. No tiene quirófano”, explica a la AFP un médico del ministerio de Salud.
Carretera en Punto Palmar. Foto: EFE
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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, informó ayer que 54 personas han sido rescatadas con vida tras el terremoto del sábado que sacudió la zona costera del norte, donde se contabilizan 480 muertos y 4,027 heridos, además de 231 desaparecidos.
Correa ofreció este balance en declaraciones a periodistas durante un nuevo recorrido por zonas afectadas por el temblor, donde observó -megáfono en mano- los daños causados, conversó con damnificados y saludó a personal de equipos nacionales e internacionales de rescate.
En Manta, los equipos seguían encontrando víctimas del desastre natural, donde ayer el presidente Rafael Correa realizó un recorrido. Foto: AFP
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