19/04/2024
12:32 AM

Aseguran que Messi y su padre usaron testaferros

Ciudad de Panamá.

La estrella del fútbol Leo Messi, quien ya está involucrado en un caso de evasión fiscal, vuelve a enredarse en medio del escándalo más grande sobre lavado de activos sacado a la luz por los medios que forman parte del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en sus siglas en inglés).

El Confidencial, medio español que forma parte del ICIJ, publicó ayer que el 13 de junio de 2013, “apenas un día después de saberse de que había evadido 4.1 millones de euros, el jugador y su padre, Jorge Horacio Messi, utilizaron un despacho uruguayo para constituir una sociedad panameña con la que habrían seguido facturando sus derechos de imagen a espaldas de la Agencia Tributaria”.

Según ese medio, Messi y su padre “reprodujeron el patrón de las grandes redes de blanqueo”, afirmó ese medio.

Documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial prueban que el bufete uruguayo Abreu, Abreu & Ferres inició el mismo 13 de junio de 2013 los trámites para adquirir la sociedad panameña Mega Star Entreprises Inc.

En su sitio web, El Confidencial informó que “la sociedad mercantil había sido creada el 8 de febrero de 2012 por el despacho del país centroamericano Guardia & Co., pero no tenía ninguna actividad, así que el bufete uruguayo puso en marcha los mecanismos necesarios para adquirirla y colocar al frente de la sociedad a presuntos testaferros con la intención de emplearla para ocultar bienes o capitales de uno de sus clientes”.

Foto: La Prensa

La investigación de la Agencia Tributaria descubrió que Messi y su padre utilizaron más de una decena de sociedades de Uruguay, Belice, Suiza y Reino Unido para ocultar sus ingresos. En este caso no figura Mega Star Enterprises Inc.
El Confidencial afirma que correos electrónicos detectados durante la investigación indican que Abreu, Abreu & Ferres hizo la compra de Mega Star Entreprises Inc. a través de la sucursal en Montevideo de la firma Mossack Fonseca, un bufete panameño con presencia en los principales paraísos fiscales del mundo que goza de fama entre las grandes fortunas internacionales por su capacidad para crear estructuras ‘offshore’ especializadas en la evasión de impuestos.

El medio español asegura que tras recibir la solicitud de Abreu, Abreu & Ferres, “la filial uruguaya de Mossack Fonseca se puso en contacto a su vez con su matriz en Ciudad de Panamá para cerrar la adquisición. Los trámites se completaron el 3 de diciembre de 2013 con el pago de Abreu, Abreu & Ferres a Mossack Fonseca de la minuta por la adquisición y toma de control de Mega Star Enterprises Inc”.

Testaferros

Para mantenerse protegidos bajo el anonimato, Messi y su padre utilizaron testaferros dentro de la sociedad mercantil Mega Star Enterprises Inc.

La versión de El Confidencial señala que “el 20 de noviembre, Mossack Fonseca había acudido al Registro Mercantil panameño para oficializar la compra de la sociedad a los que habían sido hasta ese momento sus supuestos propietarios. El despacho centroamericano colocó al frente de Mega Star Enterprises Inc., en connivencia con su cliente uruguayo, a cinco testaferros para que fueran los únicos rostros visibles de la compañía”.

Según consta en las escrituras de la mercantil, sus supuestos responsables serían Ricardo Samaniego (presidente), Yadira de Boutaud (secretaria), Yakeline Pérez (vicepresidenta y tesorera), Yenny Martínez (subsecretaria) y Hercibelle González (subsecretaria). Los cinco siguen ocupando esos puestos en la actualidad.

El Confidencial aseguró ayer que “ni la Agencia Tributaria ni la Justicia españolas habrían podido averiguar sin datos previos quién se oculta en realidad tras esa sociedad panameña. Pero la investigación ha permitido descubrir que los verdaderos propietarios de Mega Star Enterprises Inc. no son ninguno de los teóricos directivos que figuran en el consejo de administración de la firma, sino Messi y su padre. Así consta en un documento interno que Abreu, Abreu & Ferres envió a Mossack Fonseca el 23 de junio de 2013”.

El Confidencial demuestra que en la carta, “el jugador del FC Barcelona y su padre admiten su relación con Mega Star Enterprises Inc. y se comprometen a sufragar los costes en los que pudiera incurrir Mossack Fonseca por cualquier proceso judicial derivado del uso de la compañía, un trámite habitual en la constitución de mercantiles opacas”.