15/04/2024
10:05 PM

Pandillas se comprometen a ‘no matar’ a cambio de que el Gobierno no declare guerra

  • 28 marzo 2016 /

San Salvador.

Tres de las violentas pandillas que operan en El Salvador anunciaron ayer que han ordenado el cese de los homicidios, pero a cambio piden al Gobierno detener la aplicación de medidas excepcionales para combatirlas que entrarán en vigencia la próxima semana.

'Hemos girado línea a toda nuestra gente que son miembros de nuestras pandillas generales para que cesen todo tipo de homicidio a nivel nacional', consigna un pandillero encapuchado que habla en nombre de la Mara Salvatrucha (MS-13) y las dos facciones del Barrio 18, en un video difundido por la televisión local y los diarios digitales.

La medida, que según la grabación, busca 'demostrarle al pueblo en general y al gobierno que no hay necesidad de poner medidas (excepcionales) que sólo vienen a violentar la constitución de la república'.

'Hacemos conciencia al gobierno en general que no podrán terminar con las pandillas, ya que somos parte de la comunidad de nuestro país (...)', aseguran las agrupaciones delictivas.

El director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, declaró a la prensa local que 'no tenemos por qué girar en torno a lo que digan grupos criminales en forma anónima'.

La decisión del gobierno de analizar medidas extraordinarias para enfrentar a las panadillas, surgió desde el 3 de marzo cuando once trabajadores, ocho de ellos de una empresa de electricidad y tres jornaleros, fueron asesinados por pandilleros en la zona rural de la ciudad de San Juan Opico, 31 km al oeste de San Salvador.

Lea más: El Salvador analiza medidas contra violencia de pandillas

Entre otras medidas excepcionales que deberán ser aprobadas por el Congreso se incluye una mayor movilidad del ejército, restricciones en los centros penales y un plan para ejercer un mayor control en las zonas influenciadas por las pandillas.

El Salvador acumula un promedio de 22 asesinatos por día, en su mayoría las autoridades los atribuyen a las pandillas que cuentan con unos 70.000 miembros, de los cuales 13.000 están encarcelados.