05/05/2024
12:07 AM

Poco a poco Ted Cruz se vuelve la opción contra Donald Trump

Washington, Estados Unidos.

Donald Trump se contentaba ayer con su estatus de favorito en la contienda republicana, luego de su triple victoria (Michigan, Misisipi y Hawai). El magnate inmobiliario demostró en esos estados que su encanto de outsider y su discurso populista y antiinmigrante sigue galvanizando a los votantes, y propinó un duro golpe a las fuerzas “anti-Trump” que congregan en su contra a altas figuras del Partido Republicano y millones de dólares en propaganda. Con estos resultados, Trump suma 15 victorias en 24 consultas realizadas.

Pero la verdadera prueba aún está por llegar: el 15 de marzo, cuando varios estados, principalmente Ohio y Florida, sean llamados a las urnas.

En la contienda republicana en esos estados el ganador se lo llevará todo: no una repartición proporcional al número de votos, sino todos los delegados en bloque, 99 en el caso de Florida.

Para Marco Rubio, senador de Florida, y John Kasich, gobernador de Ohio, el tiempo se acaba: la imposibilidad de lograr una contundente victoria en sus respectivos feudos, significará el golpe de gracia a sus ambiciones. En los últimos días, los candidatos se precipitaron a Florida, donde la batalla se anuncia feroz: el bando “anti-Trump” inunda las radios y televisoras con videos de campaña mostrándolo como un charlatán de dudoso pasado.

Según un sondeo de Quinnipac, Trump arrasaría con Rubio en Florida (45% de las intenciones de voto contra 22%). En Ohio, supera a Kasich con un 38% a 32%.
Los cuatro aspirantes republicanos se miden hoy en La Universidad de Miami en un debate. “Espero que sea un debate más suave. Iré como un conciliador”, dijo Trump.



Díficil de controlar

Lo que inquieta a los líderes del partido y empresarios es la naturaleza de Trump, publica infobae.com. En ese sentido, el magnate “es un igual”, y eso les impide controlarlo en un futuro gobierno. La élite que dirige el Partido Republicano se considera más “moderada” que las políticas propuestas por Trump, pero a la vez “menos conservadora” que lo propuesto por candidatos como Cruz, por tal motivo no le dieron un apoyo claro al principio de la campaña, lo que permitió el avance imparable de Trump.

La autonomía del multimillonario y su autofinanciamiento de campaña permite que el candidato “no deba favores a nadie” y ése es un gran problema para los grupos de poder económicos que intentan controlar, para su beneficio, las políticas gubernamentales. Con Trump en la presidencia, el establishment pierde poder.

Mano a mano

Ayer, Ted Cruz se mostró abierto a disputarse la nominación republicana a la Presidencia de EUA con Trump durante la convención que se celebrará en julio, algo que no ocurre desde hace décadas y que podría tener lugar si las primarias siguen siendo competitivas.

Aseguró que la idea de una convención disputada, en la que los delegados asignados en el proceso de primarias tengan libertad para votar por el candidato que deseen, le parece bien siempre que los únicos dos aspirantes elegibles sean Trump y él.