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Papa exige a obispos no doblarse ante faraones

  • 13 febrero 2016 /

Francisco estará con los mexicanos hasta el próximo 17 de febrero.

Ciudad de México.

El Papa leyó ante Obispos y Cardenales mexicanos un duro discurso de seis folios, en el que incluyó críticas feroces y advertencias sobre las enfermedades más comunes que minan la salud del clero, entre las cuales, dijo, la tentación de los acuerdos bajo la mesa.

'Sean Obispos de mirada limpia, de alma trasparente, de rostro luminoso. No tengan miedo a la transparencia. La Iglesia no necesita de la oscuridad para trabajar', inició su discurso en la Catedral de Ciudad de México.

'Vigilen para que sus miradas no se cubran de las penumbras de la niebla de la mundanidad; no se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos debajo de la mesa'.

Aunque evitando citar casos concretos, advirtió a los Obispos de no ponerse en manos de los actuales 'faraones', según dijo, en implícita referencia a los poderes fácticos que gobiernan México.

'No pongan su confianza en los 'carros y caballos' de los faraones actuales, porque nuestra fuerza es la 'columna de fuego' que rompe dividiendo', afirmó.

Reconoció que el mundo de hoy es muy complejo, pero esto no debe ser excusa para no 'interceptar la pregunta que grita en el corazón de vuestra gente'.

Hablando de lo que él no se espera de sus sacerdotes, les pidió evitar habladurías, intrigas y caer en las telarañas de grupos de poder.

'No pierdan, entonces, tiempo y energías en las cosas secundarias, en las habladurías e intrigas, en los vanos proyectos de carrera, en los vacíos planes de hegemonía, en los infecundos clubs de intereses o de consorterías', pidió. 'No se dejen arrastrar por las murmuraciones y las maledicencias'.

Foto: La Prensa

El Pontífice se reunió con todos los obispos y sacerdotes mexicanos.

Sobre el narcotráfico

Refiriéndose al narcotráfico, fue aún más duro y les dijo de no minusvalorar el alcance de estas organizaciones criminales.

'Les ruego no minusvalorar el desafío ético y anticívico que el narcotráfico representa para le entera sociedad mexicana, comprendida la Iglesia', puntualizó.

Más aún, afirmó que el clero no debe condenar de manera genérica, sino seguir casos puntuales y meterse en los problemas de la gente.

'La proporción del fenómeno, la complejidad de sus causas, la inmensidad de su extensión, como metástasis que devora, la gravedad de la violencia que disgrega y sus trastornadas conexiones, no nos consienten a nosotros, Pastores de la Iglesia, refugiarnos en condenas genéricas', aseguró.

Por el contrario, pidió estar cerca de las periferias humanas y ser humildes. 'Imiten su condescendencia y capacidad de reclinarse', dijo.

En concreto, llamó a los sacerdotes mexicanos subrayar los problemas de los indígenas, que aún no han visto reconocidos sus derechos y sufren marginación.

'Los indígenas de México aún esperan que se les reconozca efectivamente la riqueza de su contribución y la fecundidad de su presencia', afirmó.

En relación a la turbulenta historia de la Iglesia en México, consideró que es importante que se recuerden las raíces del País, que han permitido la amalgamación de la culturas originarias con la religión cristiana.

Pero, nuevamente sin citar a caso alguno, pidió superar el clericalismo.

'Es necesario () superar la tentación de la distancia y del clericalismo, de la frialdad y de la indiferencia, del comportamiento triunfal y de la autorreferencialidad', dijo.

Argumentó que es necesario que se siga con atención la formación de los sacerdotes pues la Iglesia es un sitio donde las personas se deben sentir a gusto.

'La Iglesia, cuando se congrega en una majestuosa Catedral, no podrá hacer menos que comprenderse como una 'casita' en la cual sus hijos pueden sentirse a su propio gusto', indicó.

En esta línea, se preguntó si esta falta de humildad no ha contribuido a acrecentar los problemas que sacuden México y América Latina.

'Este habernos olvidado de este 'quitarse las sandalias' para entrar, ¿no está posiblemente en la raíz de la pérdida del sentido de la sacralidad de la vida humana, de la persona, de los valores esenciales, de la sabiduría acumulada a lo largo de los siglos, del respeto a la naturaleza?'.

Reconoció los pasos dados por el Episcopado Mexicano en el aumento de número de sacerdotes, pero volvió a repetir que se ha de evitar el clericalismo.

Citó el caso de los migrantes que transitan por México y por eso pidió que se refuerce el lazo con los obispos de Estados Unidos.

Foto: La Prensa

Vista panoramica del Zócalo en México. La plaza lució aborratorada por los fieles.

Foto: La Prensa