Cinco logros de Bill Gates, quien hoy cumple 60 años

La llamada pantalla azul ha sido una de las críticas más duras y motivo de burlas por parte de los usuarios. No obstante, no podemos negar que el sistema ofrece calidad a los consumidores y prestó una gran ayuda al mundo de la informática, definiendo las tendencias más próximas al interés del usuario final. Sus primeros pasos se daban en 1985.

Pese a las críticas, aunque pudo no haber sido el primer o mejor sistema operacional en cuanto a innovación –pues Macintosh, de Apple, ya usaba recursos gráficos, ratón y otras técnicas similares– es considerado uno de los más consumidos en todo el mundo, principalmente a partir de Windows 95. En una de sus versiones más recientes, Windows 8, el sistema ofrece versatilidad, autonomía y fama propia invirtiendo en interfaces como la Aero y la Metro –o en otros productos específicos de software, como Microsoft Office.

Si tienes un ordenador personal en tu hogar, es motivo de agradecimiento a Bill Gates. Después de todo, para él no bastó con crear un gran producto, era necesario que llegase al alcance de todos en términos de accesibilidad, dificultad y capacidad económica. Windows se adaptó de forma tan sencilla que permitía a personas de todas las edades y otras que apenas experimentaban con la tecnología su utilización de manera eficaz.

La historia del ordenador personal comienza en 1975. Gates, en compañía de Paul Allen, cofundador de Microsoft, negoció la compra de intérprete del lenguaje Basic para el Altair 8800, uno de los ordenadores lanzados en la época. A partir de ese momento, estaba montada la empresa, que continuó programando productos similares para los más variados productos electrónicos.

A diferencia de Apple, que no prestaba el sistema operativo para empresas de hardware, la Microsoft hizo una serie de alianzas para introducir Microsoft en el mayor número posible de dispositivos, entre ellos los teléfonos inteligentes. Con eso, el producto fue distribuido a una escala mucho mayor y más rápida que sus competidores –y con un precio más reducido.

Bill Gates y Steve Jobs tuvieron una relación complicada. No eran grandes amigos y de vez en cuando intercambiaron unas declaraciones poco amables, pero necesitaban trabajar juntos en algunos momentos.

¿Te imaginas ambas empresas como socios? Durante demasiado tiempo, el Mac recibió varias aplicaciones producidas por Microsoft, como versiones de editores de texto y hojas de cálculo, además de varios otros productos que ahorraron mucho tiempo de programación al equipo técnico de Apple.

Pero la ayuda principal se produjo en 1997: en una conferencia. Jobs anunció una asociación para el uso conjunto de patentes, la adopción de Internet Explorer en el Mac y la compra de aproximadamente 150 millones de dólares –el valor de la época– en acciones de Apple por Microsoft, hecho recibido con críticas duras por parte del público, pero que ayudó a sacar a la empresa de los números rojos.

He aquí la ironía: como Apple quedó sumida en una profunda crisis financiera y creativa en el comienzo de la década de 1990 (cuando Jobs fue apartado de la empresa), si no fuera por Bill Gates, productos como el iPod o el iPhone no podrían existir. O al menos no de la manera en que se conocen hoy.

Resulta imposible no relacionar a Bill Gates con su capacidad de acumular riquezas. Más que un geek, es un empresario. En la dirección de Microsoft, Gates transformó la empresa en una de las pioneras en el sector de la informática, destronando en riqueza a los mayores centros de tecnología de Silicon Valey, como Apple, HP e IBM.

Según Forbes, es la quinta persona más poderosa del mundo (detrás de cuatro líderes políticos), el más rico de los Estados Unidos (con activos de más de U$D 100 mil millones) y el segundo lugar en el ranking mundial (perdiendo ante mexicano Carlos Slim), de la cual Gates forma parte desde 1995.

Y él está dispuesto a enseñar el camino hacia el éxito: las entrevistas más recientes de Gates no se centran tanto en la informática, de la cual está más apartado después del abandono de Microsoft, sino en el negocio y dar consejos sobre economía. Al mismo tiempo, conversa abiertamente sobre algunos proyectos de interés que podrían cambiar el mundo.

El egoísmo y la codicia son dos características frecuentes de quien conquista riqueza y poder en la vida. Con Gates, eso no sucedió. El empresario fundó una fundación filantrópica apoyada con generosas donaciones privadas y parte de la fortuna familiar que incentiva proyectos de investigación en todo el mundo.

Administrado por él, su esposa y el inversionista Warren Buffett, la fundación se ha centrado en la lucha contra la pobreza y la mejora de los sistemas de salud en todo el mundo.

Además, en los Estados Unidos, el proyecto busca un sistema de educación diferenciada para las regiones más pobres. Alrededor de 49 mil millones de dólares (casi la mitad de su fortuna personal) se ha dedicado a la investigación de nuevas fuentes de energía y la producción y distribución de vacunas contra todo tipo de enfermedades como la malaria.

Bill Gates no puede complacer a todos, pero no se debe negar el crédito al ex-jefe de Microsoft por sus éxitos como persona o en la dirección de una de las mayores empresas del mundo. Al final, si no fuera por él, es posible que alguien como tú no estuvieses leyendo este artículo.