Washington/Guatemala.
El gobierno de EUA admitió ayer que vinculó la continuación de la ayuda económica a Guatemala a la extensión del mandato de la CICIG y defendió esa acción ante las críticas del expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina, quien renunció a su cargo a raíz de las acusaciones de esa comisión internacional.
Pérez Molina, en prisión preventiva tras ser acusado de corrupción por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), dijo el fin de semana que el vicepresidente de EUA, Joseph Biden, lo forzó a prorrogar el mandato de esa comisión al amenazarle con cortar la ayuda económica a su país si se negaba.
Preguntada al respecto, una portavoz de la oficina de Biden aseguró ayer que el vicepresidente “ha dejado claro constantemente a los líderes en toda la región centroamericana que la asistencia de EUA solo sería posible si seguían haciendo avances en el combate a la corrupción”.
En abril pasado, Pérez Molina accedió a regañadientes extender durante dos años más el mandato de la CICIG, una comisión que depende de la ONU y se dedica a investigar y desmantelar los aparatos clandestinos y mafias que operan en Guatemala, que han penetrado las estructuras estatales. Pérez Molina ha lamentado haber cedido a las exigencias de Washington y acusó directamente a Biden de liderar el plan para exportar estos organismos a Honduras y El Salvador”.
En su voz
En la entrevista publicada el pasado 24 de octubre por el sitio web actualidad.rt.com, Pérez Molina dijo que Joe Biden intentó en varias ocasiones mantener un encuentro con él, pidiéndole una única cosa: “que la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (CICIG) se debería quedar en Guatemala y extender hacia Honduras y El Salvador”.
El exmandatario afirmó que esa fue la condición de EUA “para que ellos pudieran continuar con el plan” de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de América Central... O sea, el tema que estábamos hablando era la migración de menores no acompañados hacia EUA, pero ellos toman ese tema y lo agarran para tener una injerencia y un control mayor en nuestros países”.
El segundo y más reciente ejemplo de la injerencia de EUA lo encarna, según él, el embajador estadounidense en Guatemala, Todd Robinson, que no solo participó en manifestaciones en su contra, sino que también incitó a los guatemaltecos a través de su Twitter para que participaran en las manifestaciones.
El gobierno de EUA admitió ayer que vinculó la continuación de la ayuda económica a Guatemala a la extensión del mandato de la CICIG y defendió esa acción ante las críticas del expresidente guatemalteco Otto Pérez Molina, quien renunció a su cargo a raíz de las acusaciones de esa comisión internacional.
Pérez Molina, en prisión preventiva tras ser acusado de corrupción por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), dijo el fin de semana que el vicepresidente de EUA, Joseph Biden, lo forzó a prorrogar el mandato de esa comisión al amenazarle con cortar la ayuda económica a su país si se negaba.
Preguntada al respecto, una portavoz de la oficina de Biden aseguró ayer que el vicepresidente “ha dejado claro constantemente a los líderes en toda la región centroamericana que la asistencia de EUA solo sería posible si seguían haciendo avances en el combate a la corrupción”.
En abril pasado, Pérez Molina accedió a regañadientes extender durante dos años más el mandato de la CICIG, una comisión que depende de la ONU y se dedica a investigar y desmantelar los aparatos clandestinos y mafias que operan en Guatemala, que han penetrado las estructuras estatales. Pérez Molina ha lamentado haber cedido a las exigencias de Washington y acusó directamente a Biden de liderar el plan para exportar estos organismos a Honduras y El Salvador”.
En su voz
En la entrevista publicada el pasado 24 de octubre por el sitio web actualidad.rt.com, Pérez Molina dijo que Joe Biden intentó en varias ocasiones mantener un encuentro con él, pidiéndole una única cosa: “que la Comisión Internacional contra la Impunidad de Guatemala (CICIG) se debería quedar en Guatemala y extender hacia Honduras y El Salvador”.
El exmandatario afirmó que esa fue la condición de EUA “para que ellos pudieran continuar con el plan” de la Alianza para la Prosperidad del Triángulo Norte de América Central... O sea, el tema que estábamos hablando era la migración de menores no acompañados hacia EUA, pero ellos toman ese tema y lo agarran para tener una injerencia y un control mayor en nuestros países”.
El segundo y más reciente ejemplo de la injerencia de EUA lo encarna, según él, el embajador estadounidense en Guatemala, Todd Robinson, que no solo participó en manifestaciones en su contra, sino que también incitó a los guatemaltecos a través de su Twitter para que participaran en las manifestaciones.
