Miles de familias buscan con desesperación llegar a un país europeo para solicitar asilo, arriesgando incluso su propia vida.
Casi 558 mil personas han llegado a costas europeas a través del Mar Mediterráneo durante 2015, principalmente a Grecia, pero cerca de tres mil han perdido la vida en su intento, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Este flujo de personas ha sido calificado como la peor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.
“El Mediterráneo es la ruta migratoria más mortal del planeta”, dijo el director del OIM, William Lacy Swing, quien calificó la situación de “innecesaria, evitable y absolutamente inaceptable”.
Un total de 557 mil 899 inmigrantes y refugiados han arribado a Europa vía marítima en 2015, una cifra superior al doble de personas que cruzó el Mediterráneo en 2014, mientras 2,987 han muerto en la travesía. De acuerdo a los datos de la OIM, unos 421,341 refugiados han llegado este año a Grecia; 133,451 a Italia, 3,007 a España y 100 a Malta.
¿De dónde llegan? La gran mayoría de refugiados que este año han arribado a las costas europeas son de Siria, Afganistán, Irak y Eritrea, países que sufren un conflicto o una dictadura, por lo que sus ciudadanos tienen el derecho a solicitar y obtener protección internacional a través de los sistemas de asilo.
El caso de los refugiados sirios es el que ha atraído una mayor atención, tanto por el dramatismo de las imágenes como por la magnitud de los flujos que están llegando al corazón de Europa a través de los Balcanes. Y se prevé que los sirios sigan buscando Europa por el incremento de la violencia debido a los bombardeos de Rusia. Además de los sirios, también afganos, iraquíes o eritreos intentan llegar a Europa cruzando el Mediterráneo desde las costas de Libia.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que el flujo migratorio podrá alcanzar las 700 mil personas en 2015, y la misma cantidad en 2016.
¿Cómo lo enfrenta Europa? Muchos ciudadanos de la Unión Europea (UE) rechazan la acogida de los refugiados.
El pasado miércoles 7 de octubre unos 8,000 ciudadanos asistieron en Erfurt, Alemania, a una manifestación contra la política de acogida de refugiados de la canciller Angela Merkel.
La semana pasada, Amnistía Internacional (AI) pidió a la Unión Europea (UE) que hiciera una “advertencia formal” a Hungría por las supuestas violaciones de la legislación internacional en las que incurren sus medidas contra los refugiados. “El Gobierno húngaro ha invertido más de 100 millones de euros en cercas de alambre de espino para mantener fuera a los refugiados, el triple de lo que gasta cada año en recibir a personas que necesitan asilo”, indicó la organización.
Con las protestas a favor y en contra y con las dificultades políticas para ponerse de acuerdo en este tema, los 28 estados miembros de la EU se han comprometido a distribuir entre ellos 160,000 demandantes de asilo llegados a Grecia e Italia. Los primeros 19 beneficiados con este acuerdo salieron el viernes 9 de Italia hacia Suecia.