Dos madres inmigrantes hondureñas lideran una huelga de hambre en el centro de detención para familias inmigrantes de Karnes City, en Texas, Estados Unidos, para exigir a las autoridades su puesta en libertad y la de sus hijos, informaron sus abogados.
La indocumentada hondureña Kenia Galeano, 26, ya recibió su libertad luego de pagar una fianza de 7,500 dólares y permanecer más de 10 meses detenida junto a su hijo de 2 años. Galeano organizó la primera protesta en este centro hace dos semanas, lo que le costó un par de días en aislamiento. “Las condiciones que ahí se viven son las de una prisión,” relató a su salida.
'Así como se me dio respuesta a mí para poder salir al menos con una fianza, así lo deben hacer con las otras; hay muchas madres que tienen casi siete meses ahí, ese el caso de Delmi, ella tiene una deportación (previa), y no tiene derecho a fianza', dice Kenia, refiriéndose a la también hondureña Delmi Cruz, detenida junto a su hijo Alex.
“Alex no quiere ir a la escuela. El niño está en depresión”, denunció Kenia.
Por su parte, Delmi también se expresó via teléfono desde el centro de detención. 'Es muy difícil aquí adentro, la comida no es adecuada, es horrible... los niños que la comen se enferman. Mi hijo tiene dolores de estómago y todavía está muy enfermo', contó Cruz de 37 años.
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Cruz ya había intentado ingresar a los Estados Unidos en 2007 pero fue deportada. Sin embargo, lo intentó nuevamente y logró su cometido, vivió por siete años en Los Angeles hasta que se vio obligada a regresar a Honduras para recoger a su hijo que estaba siendo amenazado por las pandillas, según indicaron los defensores que conocen su caso.
Tras reingresar a EUA, fue detenida y enviada a Karnes, donde los abogados aseguran que a madres como Cruz- que ya habían sido deportadas al menos una vez- se les niega deliberadamente la fianza con el fin de disuadir a otros de cruzar la frontera.
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Mohammad Abdollahi, abogado del Centro de Servicios Legales y Educación para Inmigrantes y Refugiados (RAICES), dijo que las mujeres y sus hijos 'tendrán una comida al día por las tardes (durante una semana) pero no aceptarán los otros alimentos', tampoco enviarán a sus hijos a la escuela dentro del centro de detención.
Abdollahi explicó que una de las metas de la huelga es demandar al gobierno federal que permita a las familias detenidas, la mayoría de ellas solicitantes de asilo, salir bajo fianza mientras se resuelven sus casos.
El centro de Karnes ya ha estado en el centro de la polémica, luego de que un número indeterminado de mujeres inmigrantes denunciaran que habían sido abusadas sexualmente por los guardias. Sin embargo, un inspector del DHS reportó que no se encontró evidencia para fundamentar las acusaciones.