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La trata de personas, el delito que no se combate

  • 06 abril 2015 /

Con miles de víctimas y pocas condenas, el Triángulo Norte está en lucha.

San Pedro Sula, Honduras.

El Salvador, Honduras y Guatemala son países altamente vulnerables a las organizaciones criminales dedicadas a las redes de trata de personas.

Los verdaderos responsables de las bandas que con engaños reclutan a menores incautas que provienen de zonas rurales de Honduras que con engaños caen en manos de proxenetas, seguirán en la impunidad. Situación similiar viven las modelos y edecanes que terminan forzadas a entregar su virginidad en El Salvador.

Una de las víctimas relata la pesadilla que vivió durante su cautiverio en Honduras.

Tiene apenas 12 años, vive en una aldea remota de Yoro, la pobreza de su familia ha impedió que la menor continuara sus estudios.

Apenas llegó al cuarto grado y tuvo que buscar empleo para ayudar a la manutención de su familia aprovechando que a su pueblo llegó una pareja ofreciendo trabajo para laborar en casa, ella accedió.

Le prometieron un salario mensual y ayuda para la familia. Los padres vieron el trato cordial y educado de aquellos visitantes y autorizaron el viaje de la pequeña.

La pareja llegó a Comayagua, la primer capital de Honduras, ubicada en la zona central del país, durante el cautiverio, la niña fue sometida a los caprichos de un extranjero que la encerró en una casa junto a otras niñas que días antes habían llegado en las mismas condiciones.

'Desde que llegué el gringo me dijo que la religión de él lo obligaba a contraer matrimonio y que se iba a casar, que en su país tenían varias esposas. Yo entré con miedo, me vistió con ropas árabes y celebró la boda”.

La menor que fue rescatada siguió su narración: “éramos cuatro niñas más las que nos casamos con el hombre y aunque yo no quería nada con él, me forzó y nada podía hacer. Desde ese día nos tuvo encerradas, era una casa grande y nos vigilaba con cámaras”.

“No volví a ver a mis padres, el hombre abusaba de nosotras y si alguna se quejaba o lloraba se enojaba. Fue hasta que la Policía llegó que nos sacaron de la casa y de él no volvimos a saber más. Ahora estoy de nuevo en la casa de mis padres, pero no quiero volver a salir, no quiero regresar de nuevo a ese lugar', explicó la menor.

Lea: Desarticulan banda de trata de personas en Honduras

Interactivo: Trata de personas, el que más dinero deja después del narco

Foto: La Prensa

En muchas ocasiones se han rescatado a menores, víctimas de trata de personas.


El perfil de las víctimas

Que sean bonitas, ingenuas, menores de edad que muchas veces son contactadas por 'amigas' y en todo caso engañadas. Estas provienen de los estratos sociales más humildes, zonas marginales y rurales del país, quienes en busca de una solución de empleo caen en manos de la delincuencia.

En contraste a los moderados avances de los países, las redes de tratantes se valen de todo lo que hay en el entorno de sus víctimas: familia, vecinos, amigos, anuncios clasificados en periódicos de gran circulación nacional, programas televisivos, redes sociales e Internet.

'Se está buscando fortalecer las unidades de menores y poner mayor atención para erradicar a proxenetas que ven en las menores una mercancía. Los nuevos agentes la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic) se preparan para tomar los casos y dar seguimiento a denuncias que se nos presentan y mejorar la cantidad de casos no solo investigados, sino también judicializados' explicó Rolando Argueta, coordinador de Fiscales del Ministerio Público.

Casa Alianza y Global Communities son las organizaciones que ayudan a los sobrevivientes de la trata a recuperar sus vidas, sus esperanzas. La situación de vulnerabilidad en la que viven muchos menores les hace presa fácil de redes criminales que los convierten en mercancía.

Los países del Triángulo Norte han avanzado en materia legal pues cuentan con diversidad de leyes que sancionan las diferentes modalidades de la trata.

En Honduras en el 2012, se aprobó la Ley Contra la Trata de Personas, que sanciona el delito con una pena de hasta 22.5 años de reclusión, más la inhabilitación absoluta por el doble del tiempo que dure la reclusión y multa de 150 a 200 salarios mínimos, (300 dólares es el salario mínimo en Honduras).

En Guatemala la pena por trata es de 8 a 18 años de prisión más una multa de 300 mil quetzales equivalente a 39,000 dólares. Aún con este marco legal, la Procuraduría de Derechos Humanos en su informe 2013, estima que un 97 por ciento de los casos de trata quedan impune en el país y solo se resuelve en un 3%.

Foto: La Prensa

Las acciones

Los gobiernos de estos países firmaron tratados internacionales, crean leyes, instituciones, comparten experiencias y conocimientos para combatir este flagelo, pero pareciera que esta guerra la están ganando las bandas delictivas que tienen atrapado el Istmo y no las acciones que de forma individual o transnacional impulsan las autoridades.

Las cifras lo confirman. En El Salvador, por ejemplo, la Policía Nacional Civil (PNC) sólo registra 96 detenciones por este delito en los últimos cuatro años. De estos 35 casos terminaron en condenas.

En Honduras, las autoridades reportan 74 casos en investigación por trata de personas en los últimos dos años, de los cuales, sólo 16 han llegado a los tribunales de justicia donde la batalla se ha vuelto más férrea, ya que los jueces solo en cuatro diligencias impusieron una condena a los implicados.

En Guatemala la situación es similar. A pesar que el Ministerio Público de ese país reveló que, de 2009 a 2013, la Policía detuvo a 604 tratantes, únicamente en 183 casos las autoridades reunieron las evidencias necesarias para abrirles un proceso judicial. De estos, sólo en 33 casos hubo condena judicial.

Con estos resultados, no en vano el Departamento de Estado de los Estados Unidos en su informe anual en el que evalúa los esfuerzos para combatir y erradicar este delito sitúa en el nivel 2 a estos países de acuerdo al décimo cuarto informe de 2014.

Esa calificación implica que los gobiernos no cumplen plenamente con las normas mínimas de la Ley de Protección de Víctimas del Trata (TVPA por sus siglas en inglés). Dicha normativa fue promulgada en 2000, para la eliminación del flagelo.

Esta lista ha estimulado reacciones por parte de los países. Es el caso de Honduras, que según el informe de 2014 ha desplegado “un notable esfuerzo” de cambio.