Washington, Estados Unidos.
Joaquín Guzmán Loera, el que fuera el narcotraficante más poderoso en la historia reciente cumplirá este mes un año de permanecer recluido en una prisión de máxima seguridad en México, sin embargo sus días allí parecen estar contados, dado que varias cortes estadounidenses presionan al Gobierno para que solicite su extradición al país norteamericano.
Esta semana, la revista Forbes asegura que fuentes cercanas a la investigación le afirmaron que el Gobierno de EUA ya solicitó a su par mexicano la extradición del 'Chapo'. Sin embargo, como una cuestión de larga data, el Departamento de Estado no comenta nada sobre la espera de las solicitudes de extradición, no confirma ni niega al respecto.
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El fiscal mexicano Jesús Murillo Karam ha dicho que la solicitud era inminente. Un puñado de tribunales estadounidenses buscan al Chapo por múltiples cargos criminales como tráfico de drogas, crimen organizado, lavado de dinero, secuestro, homicidio y conspiración para el homicidio.
Forbes recuerda que entre México y Estados Unidos existe un Protocolo del Tratado de Extradición bilateral, con el que ambas naciones reiteraron su compromiso en 1997. Entró en vigor en 2001 después de ser ratificado por los Senados de los dos países.
El mismo Guzmán Loera está consciente del interés de Estados Unidos de llevarlo ante sus tribunales. En enero de 2005, un juez federal le otorgó a Guzmán Loera dos suspensiones provisionales para impedir a las autoridades mexicanas extraditarlo por tiempo indefinido, en respuesta a la solicitud de su equipo de defensa.
Además, el juez décimo de distrito en materia de amparo dio la orden a todas las autoridades vinculadas o que tengan conocimiento de la eventual solicitud de extradición, que informen sobre ello en un término de 24 horas.
El argumento de la defensa para mantenerlo en el país es que, afirman, extraditarlo a Estados Unidos sería una violación a sus derechos constitucionales.
