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Fernández denuncia 'operación contra el Gobierno' detrás de muerte de Nisman

  • 23 enero 2015 /

La oposición reclama el cese de la cúpula de Seguridad tras la muerte del fiscal argentino.

Buenos Aires, Argentina.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, denunció hoy que detrás de la muerte del fiscal Alberto Nisman hay una 'operación contra el Gobierno', una acusación criticada con dureza desde las filas opositoras, que pidieron el cese de la cúpula de Seguridad.

En una carta titulada 'Los espías que no eran espías. Los interrogantes que se convierten en certeza. El suicidio (que estoy convencida) no fue suicidio', Fernández señaló que a Nisman 'le plantaron pistas falsas' para denunciar al Poder Ejecutivo por supuestamente encubrir a los iraníes acusados por el atentado contra la mutual judía AMIA, que causó 85 muertos en 1994.

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'Lo usaron vivo y después lo necesitaban muerto. Así de triste y terrible', dijo Fernández.

'No tengo pruebas, pero tampoco tengo dudas', agregó tras subrayar que se trata de 'un verdadero escándalo político y jurídico'.

Para la presidenta argentina, Nisman fue alentado a interrumpir sus vacaciones y regresar de forma urgente al país para presentar su denuncia por presunto encubrimiento a mitad de enero 'para aprovechar el estrépito internacional provocado por los actos terroristas ocurridos en Francia'.

La tesis de la jefa de Estado fue respaldada hoy por los principales dirigentes peronistas, que denunciaron en un acto público un ataque global de agentes de inteligencia, jueces, grupos económicos y medios de comunicación opositores para 'enlodar' al Gobierno.

Desde la oposición, el diputado radical Ernesto Sanz subrayó que 'si la presidenta cree que a Nisman lo mataron tiene que descabezar a la cúpula de Seguridad'.

El giro en la versión oficial se suma a los múltiples fallos de seguridad detectados en los cuatro días transcurridos desde que el fiscal especial de la causa AMIA fue hallado muerto de un disparo en la cabeza en su departamento de Buenos Aires.

Aunque el fiscal estaba amenazado y contaba con una custodia de diez hombres de la Policía Federal, ninguno de ellos hacía guardia frente a su apartamento, sino en la acera del edificio y ni siquiera las 24 horas del día.