Las principales organizaciones musulmanas en Francia pidieron el martes a su comunidad 'calma' y 'evitar las reacciones emocionales', ante la salida el miércoles del primer número de Charlie Hebdo desde el atentado contra el semanario satírico.
Este número representa en primera plana a Mahoma, con una lágrima, portando un cartel 'Je suis Charlie', tal como hicieron los millones de personas que se manifestaron el domingo en Francia y en numerosas ciudades del mundo. El dibujo está bajo el titular 'Todo queda perdonado', una fórmula de apaciguamiento que contrasta con la habitual feroz ironía de la revista.
El semanario satírico 'Charlie Hebdo' ha elegido para la portada de su próximo número, que saldrá a la venta este miércoles, una caricatura de Mahoma en la que el profeta sostiene un cartel de 'Yo soy Charlie', popularizado como lema de solidaridad con los doce fallecidos en el ataque a la revista.
La imagen, filtrada hoy en las redes sociales y firmada por el dibujante Luz, muestra a Mahoma con el semblante triste y una lágrima en su ojo izquierdo, bajo la frase 'Tout est pardonné' (Todo perdonado).
Ese número, el primero desde el atentado del pasado miércoles, en el que murieron ocho de sus periodistas, entre ellos su director, Charb, y cuatro de los caricaturistas más conocidos de Francia, tendrá una tirada especial de tres millones de ejemplares.
'Charlie Hebdo' solía poner a la venta 60.000, cifra que ha sido multiplicada para responder al interés y la avalancha de peticiones recibidas tanto en Francia como en el extranjero.
El abogado del semanario, Richard Malka, ya había avanzado hoy que este próximo número iba a incluir caricaturas de Mahoma y burlas sobre políticos y religiosos, porque ese, según aseguró a la emisora 'France Info', 'es el espíritu de 'Yo soy Charlie''.
'Nunca vamos a ceder. Si no, nada de esto tendría sentido', apuntó el abogado y colaborador de este semanario asaltado la semana pasada por dos yihadistas supuestamente en represalia por publicar ese tipo de caricaturas del profeta del islam.
Ese ataque y otros dos posteriores cometidos los días 8 y 9 por otro islamista radical, que mataron a otras cinco personas, dieron lugar ayer a las mayores manifestaciones de protesta que se recuerdan en Francia, con cerca de cuatro millones de asistentes en todo el país.