Pekín, China.
Los uniformados utilizaron gas pimienta y cachiporras para obligar a retroceder a los manifestantes que volvieron apresuradamente al lugar, que había sido ocupado durante caso tres semanas.
La violencia estalló alrededor de las 20:00, cuando varios manifestantes trataron de atravesar a la fuerza el cordón policial alrededor del lugar donde estaba el campamento desmantelado.
Gobierno retomará diálogo
Por su parte, el jefe del ejecutivo local, Leung Cheun-ying, entreabrió la puerta a unas discusiones con los estudiantes una semana después de que su gobierno anulara una primera cita.
Los jóvenes reclaman su dimisión y la instauración de un verdadero sufragio universal en el territorio autónomo, devuelto a China en 1997 y que vive su crisis política más grave desde ese momento.
El principal sindicato estudiantil de Hong Kong acogió este ofrecimiento con prudencia y más después de la operación policial de este viernes.
Los estudiantes tampoco se hacen muchas ilusiones sobre lo qué podría dar de sí un diálogo.
China acepta el principio del sufragio universal para la elección del próximo jefe del ejecutivo en 2017, aunque quiere controlar el proceso electoral y las candidaturas a través de un comité con derecho de veto.
Pekín no cambiará de opinión, advirtió 'C.Y', como llaman en Hong Kong al jefe del gobierno local. 'La política es el arte de lo posible y debemos distinguir entre lo que es posible e imposible', concluyó.
Los manifestantes prodemocracia y la policía de Hong Kong protagonizaron este viernes nuevos enfrentamientos, lo que pone en peligro la reanudación del diálogo propuesta por el gobierno local a los estudiantes.
Los jóvenes trataron de ocupar de nuevo un campamento que la policía había desmantelado pocas horas antes. El campamento, situado en el barrio densamente poblado de Mongkok, en la parte continental de Hong Kong, se encontraba prácticamente vacío cuando la policía lo desmanteló.
Lea más: Violencia policial eleva la tensión en Hong Kong
 Los manifestantes prodemocracia fueron agredidos nuevamente por la policía de Hong Kong.
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Los uniformados utilizaron gas pimienta y cachiporras para obligar a retroceder a los manifestantes que volvieron apresuradamente al lugar, que había sido ocupado durante caso tres semanas.
La violencia estalló alrededor de las 20:00, cuando varios manifestantes trataron de atravesar a la fuerza el cordón policial alrededor del lugar donde estaba el campamento desmantelado.
 Los uniformados atacaron con toletazos a los manifestantes que se negaron a desalojar un campamento en las calles de Hong Kong.
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Gobierno retomará diálogo
Por su parte, el jefe del ejecutivo local, Leung Cheun-ying, entreabrió la puerta a unas discusiones con los estudiantes una semana después de que su gobierno anulara una primera cita.
Los jóvenes reclaman su dimisión y la instauración de un verdadero sufragio universal en el territorio autónomo, devuelto a China en 1997 y que vive su crisis política más grave desde ese momento.
El principal sindicato estudiantil de Hong Kong acogió este ofrecimiento con prudencia y más después de la operación policial de este viernes.
 La policía de la ciudad de Hong Kong se encuentra en el centro de la polémica tras los reiterados ataques contra los manifestantes.
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Los estudiantes tampoco se hacen muchas ilusiones sobre lo qué podría dar de sí un diálogo.
China acepta el principio del sufragio universal para la elección del próximo jefe del ejecutivo en 2017, aunque quiere controlar el proceso electoral y las candidaturas a través de un comité con derecho de veto.
Pekín no cambiará de opinión, advirtió 'C.Y', como llaman en Hong Kong al jefe del gobierno local. 'La política es el arte de lo posible y debemos distinguir entre lo que es posible e imposible', concluyó.
