Los argentinos esperan una estampida de precios, pero nadie la puede calcular aún y cada uno procura protegerse: los consumidores adelantan compras, los comercios detienen algunas ventas y el gobierno, en plena campaña por la reelección de Mauricio Macri, intenta medidas que aminoren el impacto inflacionario.
Años de convivencia con una economía volátil enseñaron a los argentinos a cubrirse de los efectos indeseados de los impactos políticos, como fue el resultado electoral de las primarias en las que el peronista de centro izquierda Alberto Fernández se impuso como claro favorito para las presidenciales del mes de octubre con 15 puntos por encima del liberal Macri.
Los mercados reaccionaron con caídas estrepitosas, de más de 20% en la moneda y más de 30% en la bolsa, que inexorablemente se trasladarán a los precios.
Tras la derrota el pasado domingo 11 de agosto, el peso argentino se devaluó estrepitosamente y de inmediato los precios se dispararon.
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Descontento creciente
La oposición ha cuestionado el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de una dura crisis financiera que ha llevado a que la pobreza esté a un nivel del 32% en un país que tiene una de las inflaciones más altas del mundo, con un aumento de los precios de 25,1% hasta julio y 54,4% en 12 meses.La crisis comenzó con una estampida cambiaria en abril de 2018, que llevó al presidente Mauricio Macri a acudir al FMI para apuntalar la economía.
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“Será ganancia adicional para las empresas. Hubiera sido mejor devolver el IVA a los sectores más postergados”: Alberto Fernández. candidato opositor peronista
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Reacción de Macri
Mientras digiere el revés electoral, el presidente Macri anunció algunos beneficios salariales y eliminó hasta fin de año el impuesto al valor agregado (IVA) de 21% sobre los alimentos básicos, un reclamo de larga data de sectores desfavorecidos, pero que podría afectar el equilibrio fiscal pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un préstamo de 56,000 millones de dólares. La medida debe impactar favorablemente en insumos básicos claves como la harina, que el lunes ya había aumentado su precio. Datos
11 de agosto, la oposición sorprendió al propinar un duro golpe electoral. Fernández logró el 47% de los votos y Macri el 32%.
27 de octubre, elecciones para elegir nuevo presidente. Si alguien consigue más del 45% en la primera vuelta, triunfa sin balotaje.
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En corto
1Tras una conversación telefónica el miércoles, Macri y Fernández lanzaron mensajes conciliadores en un intento por detener las turbulencias con que reaccionaron los mercados a las primarias en las que la fórmula de Fernández con la expresidenta Cristina Kirchner consiguió 47% de los votos.
2La firma Capital Economics estima un aumento en el índice de precios de entre 60% y 65% para 2019, muy por encima del 45% que había previsto anteriormente. Además, considera que se elevó el riesgo de una cesación de pagos y ve probable que el FMI solicite una reestructuración de la deuda antes de realizar nuevos desembolsos. 3Macri, que termina su mandato el 10 de diciembre, ha implementado un programa de fuerte ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional a cambio del crédito de 56,0000 millones de dólares. |
Muchos corrieron a los supermercados para abastecerse. Ahora parece imposible que Macri triunfe en las elecciones del 27 de octubre.
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demagogia ni electoralismo”: Mauricio Macri, presidente de Argentina |
El viernes, el Gobierno de Macri formalizó su decisión de congelar por 90 días el precio de los combustibles. En un decreto publicado en el “Boletín Oficial”, el Ejecutivo dispuso que las entregas de petróleo crudo efectuadas en el mercado local durante los próximos 90 días deberán ser facturadas y pagadas al precio convenido entre las empresas productoras y de refinado al pasado día 9 de agosto.
La normativa puntualiza que se debe aplicar un tipo de cambio de referencia de 45,19 dólares y un precio de referencia del crudo Brent de $59 por barril. Se trata del tipo de cambio oficial que regía el viernes 9, previo a las votaciones del domingo 11.
A pesar de las medidas anunciadas, miles de argentinos marcharon en la tarde del jueves hacia la sede del Gobierno para pedir mejores salarios y un aumento de los subsidios a la pobreza.
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