Después de permanecer unas 24 horas secuestrado, un hondureño murió al recibir un disparo en un operativo fallido de rescate comandado por el FBI en Houston, Texas, Estados Unidos.
Ulises Valladares se encontraba en su casa, ubicada en Conroe, un poblado al norte de Houston. Eran las 8:00 de la mañana y el hijo del hondureño se preparaba para ir a la escuela cuando escucharon que tocaban la puerta. Valladares abrió y os sujetos se abalanzaron sobre él y lo amarron con cinta adhesiva. Luego ataron también a su hijo, quien contó lo sucedido a las autoridades, de acuerdo a Univisión Houston.
Los individuos comenzaron a registrar la casa hurgando cajones y derribando puertas. El menor contó que escuchó que uno de los malhechores le dijo a su padre que su hermano les debía 8,000 dólares.
Transcurrieron unos 20 minutos y, al no encontrar nada, los sospechosos cubrieron al cabeza de Valladares y se lo llevaron. Le advirtieron al joven que si llamaba a la policía matarían a su papá.
Con la ayuda de un vecino, el menor contactó a la Policía y rápidamente ellos se pusieron en contacto con Ernesto Valladares, hermano de la víctima. Él negó que le debiera esa cantidad de dinero y registrando la casa se encontraban cuando recibieron una llamada: 'Estoy con el cartel del golfo y tenemos a tu hermano', dijo una voz al otro lado del teléfono que además le exigió el pago de 20 mil dólares para mantener a Ulises Valladares con vida.
Agentes del FBI lograron rastrear la ubicación de los secuestradores gracias a una segunda llamada que realizaron para presionar a Ernesto y se dieron cuenta que la misma había sido hecha desde un lugar cercano a la vivienda de la prima de la víctima.
Las investigaciones del FBI determinaron que ella estaba casda con Nicholas Chase Cunningham cuya descripción encajaba con los rasgos de uno de los secuestradores proporcionados por el hijo de Valladares en su relato.
Tras montar un operativo, los agentes dieron con Cunningham y otro sujeto identificado como Jimmy Tony Sánchez y ellos les revelaron la ubicación de la víctima. Ambos fueron arrestados.
Un grupo del FBI llegó hasta el lugar indicado por los sospechosos y se aprestaban a rescatar a Valladares pero uno de los agentes disparó inexplicablemente contra el hondureño. Horas más tarde falleció en un hospital.
Los presuntos secuestradores, identificados como Jimmy Tony Sánchez, de 38 años, Nicholas Chase Cunningham, de 42, y Sophia Pérez Heath, de 35, fueron capturados y se encuentran presos en la cárcel del condado Montgomery bajo cargos de secuestro con agravantes. Sánchez y Cunningham también fueron acusados de hurto agravado. El fiscal de distrito no descarta que a los tres se les interponga un cargo de asesinato, porque sus acciones condujeron a la muerte de la víctima.
Además se investiga la razón por la que el agente disparó contra el hondureño.