María García Santiago, una inmigrante guatemalteca, pasó el día de Navidad en el aeropuerto de Salt Lake City (Utah) antes de autodeportarse de EUA junto con sus cuatro hijos, todos ellos estadounidenses, informó ayer la organización comunitaria Unidad Inmigrante.
Santiago huyó de Guatemala hace 15 años para escapar de la “intensa violencia y abuso” en ese país e ingresó un año después en Estados Unidos, adonde se le concedió un permiso humanitario especial. Se radicó en Salt Lake City, ahí vivía con sus hijos (de 11, 9, 5 y 3 años).
En septiembre pasado, las autoridades de Inmigración le informaron que su pedido para regularizar su situación y obtener residencia permanente había sido rechazado y que iba a ser deportada en octubre. Esa fecha fue postergada dos veces, por lo que Santiago, a riesgo de ser arrestada y deportada, decidió salir del país. El fracaso de las gestiones se debió a que en 2015 Santiago fue convicta por usar información de otra persona para obtener trabajo. La madre seguirá luchando por regresar al país de sus hijos.