California, Estados Unidos
Mi vida con 300 kilos es un un programa de DKISS protagonizado por personas que no encajan en los patrones habituales de peso. Sin embargo, sus problemas dno proceden de prejuicios estéticos, sino de cuestiones relacionadas con la salud.
La pérdida de peso no tiene como objetivo mejorar el aspecto del protagonista, sino salvarle la vida. Por ello, en Mi vida con 300 kilos se muestran historias de superación realmente emocionantes y sin rastro de frivolidad.
Con cada nueva temporada llega una nueva descarga de historias protagonizadas por personas con obesidad mórbida (muchas de ellas viviendo en clausura, sin poder abandonar su propia casa) que han tomado la decisión de ponerse en manos del doctor Younan Nowzaradan para someterse a una operación de bypass gástrico.
Algunos de los casos más dramáticos muestran como la fuerza de voluntad y el compromiso dan resultados. Christina Phillips llegó al programa en 2014 dando más de 300 kilos en la báscula. Con el bypass-gástrico al que se sometió enllegó a perder más de 80, pero no le parecieron suficientes. Dos años más tarde aseguró seguir muy angustiada, con complejo de obesa y principios de anorexia, pues pasaba días sin comer por miedo a engordar de nuevo. “Soy esclava de mi miedo a engordar, pero sé que debo superarlo para poder vivir tranquila”.
Amber Rachdi logró la proeza de adelgazar casi 200 kilos en los meses del programa y en los inmediatamente posteriores. Ahora, tras haber cambiado de vida gracias a DKISS, Amber utiliza su cuenta de Twitter e Instagram para subir fotos de su nuevo estado y dar consejos sobre cómo perder peso. Su cambio es uno de los más impresionantes pues ahora luce radiante y más bella .
El de Charity Pierce fue otro de los casos más sonados del programa. Los más de 350 kilos con los que llegó se quedaron en solo 90 tras pasar por el quirófano en dos ocasiones: una cirugía de bypass gástrico y otra para retirar la piel sobrante.
En la actualidad, mantiene una página de Facebook en la que cuenta experiencia.
Laura Pérez bajó más de 150 kilos durante su estancia en el programa.
No contenta con ello, en 2016 declaró que todavía se encontraba embarcada en tratar de bajar unos 35 más. Confesó que su transformación le trajo problemas conyugales, puesto que su marido se puso celoso cuando el aspecto de Laura mejoró.
Tomado de ABC