Un turista español murió el jueves al caerle un capitel de una columna de la conocida basílica de Santa Croce (Santa Cruz), en Florencia, indicaron los medios italianos.
Según el periódico local Il Tirreno, se trata de un barcelonés de 52 años. La policía y los bomberos intervinieron y la basílica fue cerrada.
La basílica de Santa Croce, en el centro de Florencia, es una de las iglesias franciscanas más grandes del mundo. Su construcción empezó en 1294 y terminó en 1385.
La iglesia es conocida también por albergar las tumbas de algunos de los florentinos más célebres de la historia, como Migel Ángel, Galileo o Maquiavelo.
- Responsables de iglesia dicen había control -
Los responsables de gestión y mantenimiento de la basílica de Santa Croce, aseguraron hoy que efectuaron un control del edificio hace una semana.
Así lo confirmó la responsable de comunicación, Caterina Barboni, a la televisión privada Sky, quien explicó que en el control sobre la estabilidad del edificio 'no se revelaron señales de alarma'.
Barboni ha asegurado que los responsables de la basílica realizan periódicamente exámenes para comprobar el estado de este histórico edificio levantado en 1295.
Entre tanto, la basílica permanece cerrada este viernes y la Fiscalía de Florencia ha abierto una investigación por homicidio culposo con la que trata de determinar las causas de lo ocurrido y esclarecer si hay responsables.
El Ayuntamiento florentino ha expresado sus condolencias a la familia y ha afirmado que 'no se puede morir así'.
'Es un suceso triste. No se puede morir así. Es necesario determinar qué ha ocurrido y si hay responsabilidades deberán ser asumidas. Hoy es un día de luto para la familia y en toda Florencia', han escrito.
El fallecido es Daniel Testor Schnell, de 52 años y procedente de Barcelona, y se encontraba de viaje con su mujer, que tuvo que ser atendida por los servicios de asistencia municipales.
El suceso ocurrió a las 14.30 horas locales (12.30 GMT) cuando un fragmento de piedra de unos 40 centímetros cuadrados se desprendió de la parte alta de la iglesia y cayó sobre el hombre.
Según las primeras investigaciones, la piedra, sin valor histórico especial, pudo venirse abajo por el progresivo deterioro y el propio peso.