Ciudad de México.
'La Bestia' ha dejado de bramar. El tren de carga donde montan los migrantes centroamericanos que van al norte, por ahora, no tiene ni día ni horario.
'La Bestia' ha dejado de bramar. El tren de carga donde montan los migrantes centroamericanos que van al norte, por ahora, no tiene ni día ni horario.
Y el albergue 'Hermanos en el camino', que fundó el sacerdote Alejandro Solalinde, resultó dañado por el sismo del 7 de septiembre pasado.
La biblioteca y el dormitorio de las mujeres fue evacuado. Jessica Cárdenas, del equipo de coordinación, asegura que nadie ha ido a tomar nota de las afectaciones.
Mientras esperan que el tren apodado 'La Bestia' retome su ritmo, los migrantes van en cuadrillas a ayudar a demoler lo que quedó de las casas en Juchitán, Ixtaltepec y Unión Hidalgo.
'Son brigadas internacionales de ayuda porque vienen de muchos países', afirma el coordinador José Filiberto Velázquez, quien conduce una de las camionetas que trasladan a los voluntarios que llevan mazos y picos, cuerdas y palas.
'De El Salvador, de Guatemala, de Honduras, echándole la mano a los hermanos mexicanos', dice uno de los migrantes con un mazo en la mano.
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La ayuda que prestan es muy valiosa, pues ellos rescatan algunas cosas. 'Ellos saben lo que es rescatar de entre los desperdicios', explica Velázquez.
'Voy camino hacia Estados Unidos, al sueño americano. En el camino nos encontramos con esta tragedia que están pasando los hermanos mexicanos y decidimos echarle la mano en lo que podamos', afirma Minor Omar Sánchez, de San Pedro Sula, Honduras.
'Los migrantes derribamos muros', sostiene Filiberto Velázquez. Entre mazazo y mazazo, los migrantes preguntan sobre cómo esta la migra mexicana allá arriba.
