Roma, Italia.
Italia apunta a ser el próximo objetivo de un ataque terrorista del autodenominado Estado Islámico ( Isis), según la prensa de ese país citando la información difundida por un canal internet cercano a la organización extremista.
Pese a ser el único de los principales países europeos que no ha sufrido sobre su suelo un atentado directo, esta nación ha pagado un alto precio en vidas humanas a raíz de lo atentados terroristas que Isis ya perpetró en Francia, Alemania y el jueves pasado en España.
“Un ataque terrorista en Italia es algo sumamente probable y no solamente tras estas últimas amenazas”, indicó Luca Caracciolo, estudioso y director de la revista de geopolítica Limes.
“Italia y el Vaticano han sido repetidamente amenazadas en el pasado por el Isis, y quizá el verdadero tema es preguntarnos por qué hasta el momento aún no haya sucedido nada”, agregó.
Tras los atentados de Barcelona y Cambrils, que dejaron 14 muertos, las autoridades italianas extremaron las medidas de control y seguridad a lo largo de todo el territorio nacional, en especial en Roma, Florencia y Venecia, ciudades visitadas por turistas de todo el mundo.
Italia apunta a ser el próximo objetivo de un ataque terrorista del autodenominado Estado Islámico ( Isis), según la prensa de ese país citando la información difundida por un canal internet cercano a la organización extremista.
Pese a ser el único de los principales países europeos que no ha sufrido sobre su suelo un atentado directo, esta nación ha pagado un alto precio en vidas humanas a raíz de lo atentados terroristas que Isis ya perpetró en Francia, Alemania y el jueves pasado en España.
“Un ataque terrorista en Italia es algo sumamente probable y no solamente tras estas últimas amenazas”, indicó Luca Caracciolo, estudioso y director de la revista de geopolítica Limes.
“Italia y el Vaticano han sido repetidamente amenazadas en el pasado por el Isis, y quizá el verdadero tema es preguntarnos por qué hasta el momento aún no haya sucedido nada”, agregó.
Tras los atentados de Barcelona y Cambrils, que dejaron 14 muertos, las autoridades italianas extremaron las medidas de control y seguridad a lo largo de todo el territorio nacional, en especial en Roma, Florencia y Venecia, ciudades visitadas por turistas de todo el mundo.