18/04/2024
07:35 PM

Interactivo: La relación de la Sábana Santa según hechos bíblicos

Desde su escogencia, hasta las veces que el libro del cristianismo relata la existencia del sudario lo resumimos en este interesante artículo interactivo.

Redacción

Sábana Santa. Sudario de Turín. Santo Sudario. Síndone. Todos esos son los nombres con que se conoce la manta con la que supuestamente la tradición cristiana indica que se envolvió el cuerpo de Jesús tras su crucifixión y sepultura.

La famosa Sábana Santa de Turín, el tejido que habría envuelto el cuerpo de Jesús y se ha convertido desde su hallazgo (llevado a cabo en Francia en el siglo XIV) en una de las mayores reliquias de la religión cristiana.

Desde la cruz al sepulcro

La Biblia menciona en varias ocasiones el síndone en los siguientes versículos:

Mateo 27:59-60: “Y tomó José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo; y después de hacer rodar una gran piedra a la entrada del sepulcro, se fue”.

Marcos 15:46: “José...compró una sábana, y quitándolo (de la cruz), lo envolvió en la sábana, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro”.

Lucas 23:53: José de Arimatea, “...quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún no se había puesto nadie”.

Solamente Lucas, entre estos tres evangelistas, dice lo que vio el apóstol Pedro en el sepulcro después de resucitar Jesús (Lucas 24:12); se trataría de unos “lienzos”.

¿La escogencia del manto?

La Biblia habla de José de Arimatea como el gestor de llevar y envolver el cuerpo de Jesús al sepulcro, pero ¿quién era José?.

Arimatea estaba a 30 km. de Jerusalén. Los crucificados no recibían una sepultura honrosa en la tumba familiar, se les arrojaba a una fosa común.

Podía entregarse el cuerpo a un familiar, pero no en los casos de traición (como era el caso de Jesús al pretender ser rey según sus acusadores), solo por la influencia de un destacado ciudadano.En Israel no se momificaba ni embalsamaba.

José de Arimatea, en la región de Judea, pertenecía a la Junta Suprema de los judíos y no estuvo de acuerdo con lo que había hecho la junta.

En su condición de hombre poderoso y de ser junto a Nicodemo un discipulo secreto de Jesús, ambos fueron donde Pilato para sepultar al nazareno en un sepulcro de su propiedad que estuviera cercano del lugar donde fue crucificado para evitar problemas con las autoridades judías.

Por eso los historiadores destacan que el manto que utilzaron para envolver a Jesús no era fácil de adquirir porque solo una persona importante tenía acceso a una prenda fina de lino.