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'Era como volver a 1960', relatan testigos de Charlottesville

  • 14 agosto 2017 /

La violenta jornada del sábado dejó tres muertos y más de una veintena de heridos.

Charlottesville, Virginia.

La pequeña ciudad universitaria de Charlottesville (Virginia, Estados Unidos) trata de recuperar la calma tras la caótica y violenta jornada del sábado, que se saldó con tres muertos y más de una veintena de heridos, y que recordó la convulsa época de la lucha por los derechos civiles de 1960.

'Era como volver a 1960, a las películas de esa época', comenta a un grupo de periodistas el joven afroamericano Deandre Harris, que fue golpeado por miembros de la marcha supremacista blanca 'Unir a la derecha' en una estacionamiento de la ciudad.

CHARLOTTESVILLE, VA - AUGUST 12: Rescue workers and medics tend to many people who were injured when a car plowed through a crowd of anti-facist counter-demonstrators marching through the downtown shopping district August 12, 2017 in Charlottesville, Virginia. The car plowed through the crowed following the shutdown of the 'Unite the Right' rally by police after white nationalists, neo-Nazis and members of the 'alt-right' and counter-protesters clashed near Emancipation Park, where a statue of Confederate General Robert E. Lee is slated to be removed. Chip Somodevilla/Getty Images/AFP

'Neonazis, supremacistas golpeando con palos y bates a un negro a menos de cien metros de la policía', explica Harris mientras muestra el brazo escayolado con una muñeca rota y varios puntos de sutura en el ojo y la cara amoratada.

Los testigos enseñan fotografías con los participantes en la marcha, que esgrimían esvásticas nazis y anagramas del Ku Klux Klan. No en vano, uno de ellos era el histórico líder del grupo racista sureño, David Duke.

Protesters march in Charlottesville, Virginia on August 12, 2017. A picturesque Virginia city braced Saturday for a flood of white nationalist demonstrators as well as counter-protesters, declaring a local emergency as law enforcement attempted to quell early violent clashes. / AFP PHOTO / PAUL J. RICHARDS

El centro histórico reunía a grupos de ciudadanos conversando en voz baja, en medio de un ambiente taciturno y sorprendido por la dimensión de lo ocurrido.

'¿Quién era esa gente?, ¿de dónde salieron? Estaba caminando la calle principal y sentía miedo, estaba en estado de shock', afirma Laura Stuart en un café al charlar con la dueña.

La ciudad, de apenas 50,000 habitantes y situada a 200 kilómetros al suroeste de Washington, es un enclave progresista en el centro de Virginia, una zona tradicionalmente conservadora.

Conocida por sus bien surtidas librerías, Charlottesville es la sede la Universidad de Virginia, por lo que cuenta con un gran número de jóvenes y una dinámica vida cultural que contrasta con el resto del estado.

Los ánimos se volvieron a caldear, sin embargo, cuando a mediodía se anunció una rueda de prensa por parte de Jason Kessler, organizador de la marcha supremacista, y cerca de dos centenares de personas se acercan a la sede del ayuntamiento, donde estaban preparados los micrófonos.

Ante los continuos gritos de 'vergüenza', 'nazis váyanse a casa' y 'cómplice', Kessler fue incapaz de ofrecer sus declaraciones y finalmente tuvo que salir del lugar escoltado por la policía local.

CHARLOTTESVILLE, VA - AUGUST 13: Hundreds of people gather at an informal memorial on the spot where 32-year-old Heather Heyer was killed when a car plowed into a crowd of people protesting against the white supremacist Unite the Right rally August 13, 2017 in Charlottesville, Virginia. Charlottesville is calm the day after violence errupted around the Unite the Right rally, a gathering of white nationalists, neo-Nazis, the Ku Klux Klan and members of the 'alt-right,' that left Heyer dead and injured 19 others. Win McNamee/Getty Images/AFP


Entre los causantes del estruendo se encontraba Kim Garccank, estudiante de la Universidad de Virginia y que portaba un curioso cartel con el lema: 'Abrazos gratis'.

Garccank dice estar profundamente entristecida y afirma que 'es increíble que haya que estar en 2017 defendiendo los derechos civiles de las personas, más allá de credo o raza'.

A su juicio, el principal responsable es el presidente estadounidense, Donald Trump, ya que 'podría cerrar esta polémica con una declaración. Una sola declaración señalando directamente a los extremistas lo haría. Y no la hace'.

'Con su actitud (Trump) deslegitima totalmente el resultado electoral', enfatiza la joven.

CHICAGO, IL - AUGUST 13: A demonstrator carries a sign remembering Heather Heyer during a protest on August 13, 2017 in Chicago, Illinois. Heyer was killed and 19 others were injured yesterday in Charlottesville, Virginia when a car plowed into a group of activists who were preparing to march in opposition to a nearby white nationalist rally. Two police officers were also killed when a helicopter they were using to monitor the rally crashed. Scott Olson/Getty Images/AFP

Hether Heyer, una de las víctimas del ataque de odio en Virginia.
Para Bob Fenwick, concejal local, el problema es la sombra que estos incidentes arrojan sobre el futuro.

' El odio vino ayer a Charlottesville. Estamos tratando de algo muy oscuro y terrible. Vinieron con el objetivo marcado de dañar a la gente, y lo han logrado', indica Fenwick, quien asegura que el día de ayer fue 'el peor' que recuerda en sus cuatro décadas viviendo en la ciudad.