Un hombre que había plantado cannabis en Indonesia para calmar los dolores de su esposa, enferma de cáncer, fue condenado el miércoles a ocho meses de prisión, lo que provocó las críticas de defensores de los derechos humanos.
Fidelis Arie Sudewarto fue declarado culpable por un tribunal de Kalimantan Occidental (provincia de la parte indonesia de la isla de Borneo) de haber cultivado resina de cannabis sin autorización y condenado a una multa de 1.000 millones de rupias (63.000 euros).
El hombre explicó que utilizaba la droga con fines terapéuticos para calmar los dolores de su esposa, afectada de siringomielia, una enfermedad relativamente rara de la médula espinal que comporta la destrucción de las fibras nerviosas.
El caso fue seguido de cerca en Indonesia, un país del sureste asiático con una de las legislaciones antidrogas más severas del mundo y en el que el tráfico de pequeñas cantidades puede ser castigado con la pena de muerte.
'Estamos muy decepcionados con el fallo, dado que los propios jueces reconocieron que nuestro cliente no estaba implicado en ningún tráfico de drogas y que no era consumidor', declaró a la AFP la abogada de la defensa, Marcelina Lin.
Sudewarto, de 34 años, empezó a cultivar cannabis tras haber leído varios artículos sobre las virtudes terapéuticas de esta droga, susceptible de atenuar los dolores de su mujer, Yeni Riawati.
Tras haberla consumido, esta empezó a sentirse mejor y las llagas de su espalda comenzaron a curarse, subrayó la abogada.
Pese a las explicaciones de Sudewarto, la agencia antidroga lo detuvo en febrero. Su esposa falleció un mes después.
Con los ojos llorosos, Sudewarto, padre de dos hijos, dijo a sus abogados que estaba muy decepcionado con el veredicto. Un fallo que también criticaron defensores de derechos humanos.
'La ley en sí es imperfecta. [Sudewarto] violó la ley, pero lo hizo para salvar una vida', declaró a la AFP uno de los activistas, Ricky Gunawan.
04/12/2025
01:51 AM
Prisión para indonesio que plantaba cannabis para tratar cáncer de su esposa
- 02 agosto 2017 /
El fallo provocó las críticas de defensores de los derechos humanos.
El fallo provocó las críticas de defensores de los derechos humanos.
Yakarta, Indonesia.