Montevideo.
La tasa de suicidios cada 100.000 habitantes de Uruguay se situó en 20,37 en 2016, la cifra más alta registrada desde 2002 en el país y que da cuenta de una 'tendencia mundial' a la autoeliminación, informaron hoy autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Según indican las estadísticas recogidas por el MSP sobre la cantidad de muertes por autoeliminación en Uruguay, en 2016 hubo 709 casos, lo que implica un aumento de 66 respecto a 2015 y de 19 en relación a 2002, cuando se registró la mayor tasa de suicidios (20,62), dada la crisis socioecónomica que azotó al país en ese año.
En ese sentido, la viceministra de Salud Pública de Uruguay, Cristina Lustemberg, dijo hoy a la prensa que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este aumento forma parte de una 'tendencia mundial'.
'En los últimos 45 años ha habido un aumento de más del 60 % de esta causa de fallecimiento, lo cual nos desafía', manifestó la funcionaria, quien participó esta mañana de una jornada con motivo del Día Nacional de Prevención del Suicidio.
La viceministra afirmó que el tema está considerado entre 'los problemas de salud pública más importantes' de Uruguay, por lo cual se trabaja en ello desde la Comisión Nacional de Prevención del Suicidio, integrada por el MSP y las carteras de Desarrollo Social, Interior y Educación y Cultura, así como por la Universidad de la República del país.
'Esto para nosotros no es un tema solo de Salud Pública, es un tema social y como sociedad así lo tenemos que abordar; hay que sacarlo del estigma, de la condena, del ocultamiento', indicó Lustemberg.
En esa línea, la funcionaria del MSP destacó que la temática debe ser discutida, ya que es importante el apoyo del entorno social cuando una persona se encuentra en una situación de vulnerabilidad que pueda llevar a un intento de suicidio.
'Cuando uno tiene una situación de tristeza o angustia es importante saber que todos en nuestro lugar de trabajo o de estudio, en nuestro entorno familiar y de amigos, podemos tener una oportunidad de escucha, de susurro y de conversación', explicó la viceministra.
'Hay algunas cosas que pueden ser previsibles, otras que no, pero están vinculadas a situaciones de aislamiento, de sentirse muy en soledad y a la depresión, por eso la OMS lo detecta como de los problemas más graves a abordar desde el área de la salud mental', agregó.
La funcionaria, quien estuvo acompañada durante la jornada por autoridades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Uruguay y las carteras del Interior y Educación y Cultura del país, expresó que, en este día conmemorativo, el Gobierno nacional se propone reforzar su compromiso de trabajar en torno a la temática.
'Hoy queremos que la ciudadanía se informe, que sepa sus derechos; buscar ayuda entre todos porque este es un tema de salud pública que requiere un abordaje desde la esperanza, desde la educación y los valores de solidaridad' recalcó Lustemberg.
'Lo peor que podemos hacer como sociedad es no tomar las acciones, no asumirlo como un problema y ocultarlo, estigmatizarlo y condenarlo', concluyó.
La tasa de suicidios cada 100.000 habitantes de Uruguay se situó en 20,37 en 2016, la cifra más alta registrada desde 2002 en el país y que da cuenta de una 'tendencia mundial' a la autoeliminación, informaron hoy autoridades del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Según indican las estadísticas recogidas por el MSP sobre la cantidad de muertes por autoeliminación en Uruguay, en 2016 hubo 709 casos, lo que implica un aumento de 66 respecto a 2015 y de 19 en relación a 2002, cuando se registró la mayor tasa de suicidios (20,62), dada la crisis socioecónomica que azotó al país en ese año.
En ese sentido, la viceministra de Salud Pública de Uruguay, Cristina Lustemberg, dijo hoy a la prensa que, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este aumento forma parte de una 'tendencia mundial'.
'En los últimos 45 años ha habido un aumento de más del 60 % de esta causa de fallecimiento, lo cual nos desafía', manifestó la funcionaria, quien participó esta mañana de una jornada con motivo del Día Nacional de Prevención del Suicidio.
La viceministra afirmó que el tema está considerado entre 'los problemas de salud pública más importantes' de Uruguay, por lo cual se trabaja en ello desde la Comisión Nacional de Prevención del Suicidio, integrada por el MSP y las carteras de Desarrollo Social, Interior y Educación y Cultura, así como por la Universidad de la República del país.
'Esto para nosotros no es un tema solo de Salud Pública, es un tema social y como sociedad así lo tenemos que abordar; hay que sacarlo del estigma, de la condena, del ocultamiento', indicó Lustemberg.
En esa línea, la funcionaria del MSP destacó que la temática debe ser discutida, ya que es importante el apoyo del entorno social cuando una persona se encuentra en una situación de vulnerabilidad que pueda llevar a un intento de suicidio.
'Cuando uno tiene una situación de tristeza o angustia es importante saber que todos en nuestro lugar de trabajo o de estudio, en nuestro entorno familiar y de amigos, podemos tener una oportunidad de escucha, de susurro y de conversación', explicó la viceministra.
'Hay algunas cosas que pueden ser previsibles, otras que no, pero están vinculadas a situaciones de aislamiento, de sentirse muy en soledad y a la depresión, por eso la OMS lo detecta como de los problemas más graves a abordar desde el área de la salud mental', agregó.
La funcionaria, quien estuvo acompañada durante la jornada por autoridades de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Uruguay y las carteras del Interior y Educación y Cultura del país, expresó que, en este día conmemorativo, el Gobierno nacional se propone reforzar su compromiso de trabajar en torno a la temática.
'Hoy queremos que la ciudadanía se informe, que sepa sus derechos; buscar ayuda entre todos porque este es un tema de salud pública que requiere un abordaje desde la esperanza, desde la educación y los valores de solidaridad' recalcó Lustemberg.
'Lo peor que podemos hacer como sociedad es no tomar las acciones, no asumirlo como un problema y ocultarlo, estigmatizarlo y condenarlo', concluyó.
