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El policía que murió salvando a una familia de la avalancha en Colombia

  • 02 abril 2017 /

'Su sacrificio nunca será olvidado. ¡Valentía de héroes!', fueron las palabras que el presidente Juan Manuel Santos dedicó al oficial .

Redacción.

'Siempre quiso servir a la patria y hace cinco años me dijo que quería ser policía', recordaba entre llantos el padre del policía Desiderio Ospina Otavo quien murió tratando de rescatar a una familia que fue afectada por la avalancha de tres ríos que asoló la ciudad de Mocoa, capital del departamento del Putumayo, en el sur de Colombia.

La tragedia en Mocoa empezó la noche del viernes, cuando un fuerte aguacero aumentó el caudal de los ríos Mocoa y de sus afluentes Sangoyaco y Mulatos, cuyo desbordamiento provocó una avalancha de agua y piedras que se llevó todo lo que encontró a su paso.

Esa noche, los agentes Ospina Otavo y Gerardo Segundo Cuao Gutiérrez patrullaban las calles de Mocoa a bordo de una camioneta de la institución.

De pronto inició la inundación y los desesperados gritos de auxilio de la gente rompieron el silencio de la noche. Los policías comenzaron a evacuar y ayudar a las personas que encontraban a su paso pero las aguas subían muy rápido y amenazaban con llevarse a la patrulla.

Ospina tomó el volante de la unidad e intentó escapar de la violenta corriente que arastraba palos, piedras y escombros, pero fue en vano.

La avalancha los alcanzó y en un último gesto, Ospina abrazó a su compañero y se lanzó de la patrulla siendo arrastrado más de 20 kilómetros hasta llegar al pueblo vecino de Villa Garzón donde sus restos fueron rescatados.

Cuao Gutiérrez se refugió en el vehículo y fue arrastrado unos doscientos metros donde fue rescatado con pequeñas heridas.

Al enterarse, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, viajó a Mocoa para supervisar las tareas de rescate que están a cargo principalmente de las unidades militares y utilizó Twitter para homenajear la valentía del oficial.




Tragedia nacional.

Hasta el momento, los reportes indican que hay cerca de de 210 muertos y más de 200 heridos.

Cerca de 400 socorristas buscan por tierra, agua y aire a un número de indeterminado de desaparecidos en la avalancha.

Pese a que no hay un censo completo de desaparecidos, las autoridades trabajan en la búsqueda y rescate de personas de quienes sus familiares no tienen noticias, pero que se presume fueron arrastrados por la riada, explicó a periodistas el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez.

'Tenemos un reto grande que es el de continuar con la búsqueda de desaparecidos, por eso hay 400 expertos por la cuenca (de los ríos), también estamos apoyándonos por vía aérea con los helicópteros y además un soporte en la parte de Puerto Guzmán y Puerto Limón con unos botes inflables para hacer el trabajo de la manera más efectiva', dijo el funcionario.

En las calles de Mocoa, hoy convertidas en un mar de piedras gigantescas y lodo tras la avalancha del río Mocoa y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos, decenas de personas buscan a familiares y amigos de quienes perdieron el rastro cerca de la medianoche del viernes cuando un diluvio desencadenó el apocalipsis en esta ciudad de unos 45.000 habitantes.