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Caracas arremete contra la injerencia de la OEA

  • 28 marzo 2017 /

Delegaciones de 18 países debatirán hoy la crisis de Venezuela en la Organización de Estados Americanos.

Caracas, Venezuela.

En una desesperada medida, el Gobierno de Nicolás Maduro solicitó ayer a la OEA suspender un debate previsto para este martes sobre la grave crisis política y económica que afecta al país petrolero, acusando a Estados Unidos de dirigir una campaña de “acoso” contra el régimen chavista.

La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, rechazó la reunión que tendrán hoy delegaciones diplomáticas de 18 países, incluyendo Honduras, en la Organización de Estados Americanos (OEA) , acusando a una “facción minoritaria” de miembros del organismo continental de conducir una campaña “injerencista” contra Caracas.

Rodríguez reiteró en Washington que el Gobierno venezolano pedirá evaluar la actuación del secretario general de la organización, Luis Almagro, al que vinculó con las acciones contra su país y lo tachó de “mercenario”.

El jueves pasado, 14 países integrantes de la OEA exhortaron a Caracas a liberar los “presos políticos”, devolver todas las facultades al Parlamento controlado por la oposición y convocar elecciones.

Esa declaración fue apoyada por Almagro, quien equipara a Venezuela con una “dictadura” y sugirió hace dos semanas en un voluminoso informe de 75 páginas suspender de la OEA al país, conforme a la Carta Democrática Interamericana, en caso de que no convoque en breve a elecciones generales “libres”.

Objeto a negociar

Pero según la ministra venezolana, los 14 países y Almagro buscarían “crear el ambiente en la comunidad internacional de que algo grave ocurre en Venezuela que justifique la intervención” en su país.

“Almagro es un mentiroso, deshonesto, malhechor y mercenario, traidor de todo lo que representa la dignidad de un diplomático latinoamericano”, zanjó Rodríguez, sentada a la par del excanciller uruguayo. Según Rodríguez, Venezuela es usada como un “objeto a negociar” entre el Gobierno del presidente estadounidense Donald Trump y los “Gobiernos de derecha” de América Latina.