Illinois, Estados Unidos.
“Todos necesitamos respuestas”, afirmó el expresidente estadounidense George W. Bush al romper su silencio sobre las polémicas órdenes migratorias de Donald Trump que buscan deportar de manera inmediata a millones de inmigrantes.
Bush abogó ayer por “una política migratoria de acogida y respeto a la ley”, criticando indirectamente al presidente Trump. La Casa Blanca tiene previsto anunciar esta semana un nuevo decreto migratorio, tras el bloqueo del polémico veto migratorio que prohibía la entrada de ciudadanos de 7 países a Estados Unidos.
El exmandatario republicano (2001-2009), cuya presidencia quedó marcada por los atentados del 11-S, también llamó a defender la tolerancia religiosa en la sociedad estadounidense. “Una de nuestras fortalezas es la capacidad de nuestros ciudadanos de creer o no y de hacerlo como quieran”, aseguró Bush, quien tras los atentados llamó a la población a apoyar el islam como religión de paz.
Bush afirmó que la clave para vencer al grupo terrorista Estado Islámico (Isis) es “proyectar fortaleza”, pero prefirió no opinar sobre si la política migratoria puede influir o no en la derrota de la red terrorista.
Libertad de prensa
El 43° presidente, quien mantuvo sus propios conflictos con la prensa mientras vivió en la Casa Blanca, rechazó las acusaciones de Trump contra varios medios de comunicación en las que los calificó de “enemigos del pueblo”.
“Considero que la prensa es indispensable para la democracia” por lo que hace, dijo Bush. “El poder puede ser muy adictivo y corrosivo, y es muy importante que los medios puedan rendir cuentas a quienes abusen del poder”, concluyó.
Desde que asumió el poder en enero, Trump mantiene una feroz batalla con los medios, a los que llegó a calificar de “deshonestos” y “mentirosos”. También ha acusado a grandes canales de televisión y periódicos, como CNN y The New York Times, de ser “enemigos del pueblo estadounidense”.
“Todos necesitamos respuestas”, afirmó el expresidente estadounidense George W. Bush al romper su silencio sobre las polémicas órdenes migratorias de Donald Trump que buscan deportar de manera inmediata a millones de inmigrantes.
Bush abogó ayer por “una política migratoria de acogida y respeto a la ley”, criticando indirectamente al presidente Trump. La Casa Blanca tiene previsto anunciar esta semana un nuevo decreto migratorio, tras el bloqueo del polémico veto migratorio que prohibía la entrada de ciudadanos de 7 países a Estados Unidos.
El exmandatario republicano (2001-2009), cuya presidencia quedó marcada por los atentados del 11-S, también llamó a defender la tolerancia religiosa en la sociedad estadounidense. “Una de nuestras fortalezas es la capacidad de nuestros ciudadanos de creer o no y de hacerlo como quieran”, aseguró Bush, quien tras los atentados llamó a la población a apoyar el islam como religión de paz.
Bush afirmó que la clave para vencer al grupo terrorista Estado Islámico (Isis) es “proyectar fortaleza”, pero prefirió no opinar sobre si la política migratoria puede influir o no en la derrota de la red terrorista.
Libertad de prensa
El 43° presidente, quien mantuvo sus propios conflictos con la prensa mientras vivió en la Casa Blanca, rechazó las acusaciones de Trump contra varios medios de comunicación en las que los calificó de “enemigos del pueblo”.
“Considero que la prensa es indispensable para la democracia” por lo que hace, dijo Bush. “El poder puede ser muy adictivo y corrosivo, y es muy importante que los medios puedan rendir cuentas a quienes abusen del poder”, concluyó.
Desde que asumió el poder en enero, Trump mantiene una feroz batalla con los medios, a los que llegó a calificar de “deshonestos” y “mentirosos”. También ha acusado a grandes canales de televisión y periódicos, como CNN y The New York Times, de ser “enemigos del pueblo estadounidense”.
