Con unos 6 kilómetros cuadrados y menos de 3,000 habitantes, la ciudad de Casey, en Illinois, alberga algunas de las versiones más grandes del mundo de objetos cotidianos.
¿Conviven secretamente en una pequeña ciudad del estado de Illinois, los seres humanos con una raza de personas gigantes que prefieren permanecer ocultas? Esta es una de las explicaciones que vienen a la mente al observar una silla, un lápiz, un buzón de correos y otros objetos cotidianos de enormes dimensiones, diseminados por las calles y parcelas de Casey, situada en el condado de Clark, a unos 190 kilómetros de Springfield, la capital del estado.
Casey aloja en una superficie de 5.59 kilómetros cuadrados de tierra firme una quincena de las denominadas ‘cosas gigantes’ (http://bigthingssmalltown.com), ocho de las cuales han sido incluidas en el Libro Guinness de los Records (www.guinnessworldrecords.com), o GWR, por sus siglas en inglés.
“La historia de la pequeña ciudad de las cosas gigantes comenzó en junio de 2012, cuando James (Jim) D. Bolin, vicepresidente de la compañía especializada en tuberías Bolin Enterprises, BEI (http://bolininc.com) recibió del GWR el título mundial del carillón de viento más grande el mundo”, informa Deb Bohannon, directora de marketing y medios de BEI.
Jim Bolin asegura que, aunque la silla es más impresionante, su favorito es el carillón.
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En el GWR también figuran una silla mecedora (17.09 m de altura y 9.99 m de ancho), unas agujas de tejer (3.98 m de largo y 8.25 centímetros de diámetro) y un gancho para crochet (ganchillo), de 1.87 m de largo y 7.6 cm de diámetro.
Las otras cosas gigantescas incluidas en el GWR son un buzón de correos (de 162.63 metros cúbicos), unos zapatos o zuecos de madera (cada uno de los cuales mide alrededor de 1.48 m de alto, 3.50 m de largo y 1.77 m de ancho), un soporte de pelotas de golf (de 9.37 metros de altura) y una horquilla de granja, de 18.64 m de largo y 2.56 de ancho, según BEI.
Detrás de todos estas grandes atracciones se encuentra un hombre de negocios local llamado Jim Bolin
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“Ser el poseedor de un récord mundial Guinness es algo increíble y alucinante y provoca una gran sensación, sobre todo al tomar un globo terráqueo y observar lo grande que es el mundo y luego localizar a Casey, Illinois, en ese globo”, ha señalado Jim Bolin.
Consultado sobre las razones que lo llevaron a construir cosas gigantes, Bolin señala que los hizo “con la esperanza de fomentar el turismo y estimular la economía a la ciudad y como una manera de darle una nueva vida a la comunidad”.
Tanto Bolin como los habitantes de la ciudad quedaron sorprendidos por la cantidad de visitantes que generó el carillón de viento gigante, cuya planificación y construcción a cargo de un equipo de BEI se prolongó entre 2009 y 2011 y, a partir de su inclusión en el GWR, comenzaron a idear y construir más objetos gigantes y a un ritmo más acelerado, de acuerdo a la compañía. EFE
La silla gigante es uno de los atractivos más llamativos.
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Un centenar de tarjetas postales son selladas cada día por la oficina de correos con el matasellos especial del buzón más grande de un mundo.
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