El asesinato del embajador de Rusia en Turquía, Andrey Karlov, agrava la sitiuación de los más de 20 mil civiles que intentan huir de la guerra que se vive en Alepo, Siria.
El ministerio ruso de Relaciones Exteriores, calificó el incidente como 'acto terrorista' lo que en consecuencia podría agravar la crisis humanitaria que se vive en Alepo, más teniendo en consecuencia las palabras del atacante 'No olviden a Alepo, no olviden a Siria. Solo la muerte me sacará de aquí'.
Rusia, principal socio del régimen de Bashar al-Ásad en Siria podría, con el ataque, rerrumbar el frágil acuerdo de la ONU que permitía salir a los civiles de la zona de guerra en donde los rebeldes permanecen apoyados por Turquía y Estados Unidos.
Y aunque Estados Unidos ya lamentó el hecho, la muerte del embajador también supone un distanciamiento aún mayor entre el Kemlin y la Casa Blanca durante los últimos días del gobierno de Barack Obama, lo cual solo podría resolverse con la llegada al poder de Donald Trump.
Salida del infierno
Miles de sirios, visiblemente afectados, pudieron abandonar este lunes el sector rebelde sitiado de Alepo, una evacuación que se vio coronada por una poco común votación unánime en la ONU que aceptó el despliegue de observadores para supervisar la operación en la segunda ciudad de Siria.
Unas 5.000 personas a bordo de 75 autobuses fueron trasladadas fuera de la ex capital económica siria hacia la localidad de Khan al Assal, bajo control rebelde, también en el norte del país, indicó Ingy Sedky, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
Al mismo tiempo, unas 500 personas en una decena de autocares pudieron abandonar las ciudades chiitas de Fua y Kafraya, sitiadas por los rebeldes, en la vecina provincia de Idlib (noroeste de Siria), indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El acuerdo alcanzado entre los beligerantes para evacuar las tres ciudades preveía que las operaciones se desarrollaran de forma sincronizada.
Entre los habitantes que habían logrado escapar de Alepo se encontraba la niña Bana Al Abed, de siete años, conocida por sus tuits sobre el infierno diario en la ciudad sitiada.
Ella y su familia 'formaban parte del primer grupo que fue evacuado esta mañana y ahora se halla en la región de Rashidin', una zona campestre de Alepo, indicó a AFP la ONG islámica turca IHH.
El domingo, una veintena de autobuses que esperaban el momento de entrar en esas dos localidades habían sido atacados e incendiados por hombres armados de un grupo yihadista desconocido y uno de los conductores había muerto.
El grave incidente había provocado la suspensión de las operaciones en las tres ciudades.
No obstante, 350 personas habían logrado salir el domingo de Alepo y llegar cerca de Khan al Assal, en territorio rebelde, al oeste de la segunda ciudad de Siria, gracias a la intermediación de Rusia y de Turquía, según el director del Observatorio, Rami Abdel Rahman.
'La gente que estamos acogiendo ha vivido el infierno, el nivel de traumatismo que ha sufrido es imposible de describir o comprender', explicó a la AFP Casey Harrity de la oenegé Mercy Corps.
Voto unánime en la ONU
Mientras las evacuaciones proseguían en Alepo, en Nueva York el Consejo de Seguridad aprobó con el apoyo de Rusia el rápido despliegue de observadores de la ONU en Alepopara monitorear las salidas e informar sobre la situación de los civiles que permanecen en la asediada ciudad siria.
El Consejo adoptó por unanimidad el proyecto de resolución presentado por Francia, que da la primera muestra de unidad en meses entre las potencias mundiales sobre la crisis en Siria.
La resolución llama a la ONU a llevar a cabo una 'adecuada y neutral supervisión y observación directa de las evacuaciones en el este de Alepo y en otros distritos de la ciudad'.
Pide igualmente al secretario general de las Naciones Unidas la adopción de medidas urgentes para permitir que los observadores puedan supervisar 'el bienestar de la población civil' y consultar con las partes interesadas en el despliegue.
El embajador francés Francois Delattre dijo que la presencia internacional impedirá que Alepo se convierta en otra Srebrenica, ciudad bosnia en la que fueron masacrados miles de hombres y niños en 1995 durante la guerra de los Balcanes.
Seguía siendo incierto sin embargo si el gobierno sirio brindará a los observadores acceso a la ciudad.
El presidente francés François Hollande dijo que la adopción de la resolución 'permitirá el pleno respeto del derecho internacional en Siria (...) y abrir la vía al cese el fuego y a la negociación de una solución política'.
El martes, entretanto, Moscú acoge una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores y Defensa de Rusia, Irán y Turquía para discutir este complejo conflicto que involucra a tantos actores apoyados por grandes potencias.
Los casi seis años de conflicto interno sirio han dejado 310.000 muertos, decenas de miles de desaparecidos y más de 6 millones de desplazados, equivalente a la mitad de la poblaciòn del país.