Río de Janeiro.
Miles de profesores, enfermeros, bomberos, policías y otras categorías de funcionarios brasileños participaron ayer en una protesta, empañada por violentos enfrentamientos, contra los planes de ajuste del estado de Río de Janeiro.
Con arengas desde camiones de sonido y silbatos, los manifestantes esperaban hacerse oír desde el interior de la Asamblea Legislativa del Estado de Río (Alerj), donde se discutían las medidas de austeridad impulsadas por el gobernador Luiz Fernando Pezao, del partido de centroderecha PMDB, el mismo del presidente Michel Temer.
Unas decenas de personas que se desprendieron de la multitud consiguieron derribar dos altos vallados que rodeaban el edificio legislativo. Las fuerzas de seguridad utilizaron un cañón de agua, granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
En los últimos días el gobierno regional dio marcha atrás en el proyecto de aumentar de 11% a 30% el descuento aplicado a las jubilaciones de los funcionarios públicos, que se limitaría ahora a 14%. Otras propuestas prevén aumentos de las tarifas del transporte público, electricidad, gas y telecomunicaciones, así como recortes de programas asistenciales para sectores carenciados, como el de Alquiler Social y Renta Mejor.
En Brasilia
Unos 40 manifestantes irrumpieron ayer mismo en el plenario de la Cámara de Diputados en Brasilia para exigir una “intervención militar”. Los activistas tomaron por sorpresa al personal de seguridad y rompieron una puerta de vidrio antes de invadir el hemiciclo, que estaba prácticamente vacío ya que aún no se habían iniciado las sesiones de la tarde.
Imágenes de televisión mostraron a los manifestantes exaltados, cantando consignas contra la corrupción ante la mirada asombrada de los pocos legisladores presentes.
La actividad de la Cámara fue suspendida.
Miles de profesores, enfermeros, bomberos, policías y otras categorías de funcionarios brasileños participaron ayer en una protesta, empañada por violentos enfrentamientos, contra los planes de ajuste del estado de Río de Janeiro.
Con arengas desde camiones de sonido y silbatos, los manifestantes esperaban hacerse oír desde el interior de la Asamblea Legislativa del Estado de Río (Alerj), donde se discutían las medidas de austeridad impulsadas por el gobernador Luiz Fernando Pezao, del partido de centroderecha PMDB, el mismo del presidente Michel Temer.
Unas decenas de personas que se desprendieron de la multitud consiguieron derribar dos altos vallados que rodeaban el edificio legislativo. Las fuerzas de seguridad utilizaron un cañón de agua, granadas aturdidoras y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
En los últimos días el gobierno regional dio marcha atrás en el proyecto de aumentar de 11% a 30% el descuento aplicado a las jubilaciones de los funcionarios públicos, que se limitaría ahora a 14%. Otras propuestas prevén aumentos de las tarifas del transporte público, electricidad, gas y telecomunicaciones, así como recortes de programas asistenciales para sectores carenciados, como el de Alquiler Social y Renta Mejor.
En Brasilia, protestantes entraron a la Cámara de Diputados. Foto: AFP/Luis Macedo
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Unos 40 manifestantes irrumpieron ayer mismo en el plenario de la Cámara de Diputados en Brasilia para exigir una “intervención militar”. Los activistas tomaron por sorpresa al personal de seguridad y rompieron una puerta de vidrio antes de invadir el hemiciclo, que estaba prácticamente vacío ya que aún no se habían iniciado las sesiones de la tarde.
Imágenes de televisión mostraron a los manifestantes exaltados, cantando consignas contra la corrupción ante la mirada asombrada de los pocos legisladores presentes.
La actividad de la Cámara fue suspendida.