Managua, Nicaragua.
El presidente Daniel Ortega obtuvo el 71,3% de votos en Nicaragua en resultados parciales emitidos por el Consejo Supremo Electoral en conferencia de prensa cerca de las 11:30 de la noche del domingo.
Los nicaragüenses votaron en un ambiente de calma y baja participación en las elecciones más polémicas por la ausencia de observadores internacionales y el abrumador dominio del presidente Daniel Ortega, que consigue su tercer mandato consecutivo.
El mandatario afirmó que el proceso electoral fue “inédito” debido al bajo nivel de confrontación, porque “no nos lanzamos mensajes de odio ni tocamos tambores de guerra”.
No obstante, la oposición afirmó que hubo una abstención “masiva” aún en lugares donde es tradicional la influencia del partido de Ortega, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Es evidente en todo el país que el abstencionismo ha sido masivo. Nosotros hemos calculado del 70% al 80% de abstención” de acuerdo con informes preliminares, afirmó la dirigente del opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD) Violeta Granera.
Repetición de comicios
La oposición, que quedó fuera de la contienda por fallos judiciales atribuidos a una maniobra del gobernante, hizo un llamado a la abstención a efecto de justificar una nueva convocatoria a elecciones con transparencia. Imágenes de televisión desde el Caribe y las comunidades por donde pasará el proyecto de canal interoceánico mostraron escasa presencia de votantes en las mesas electorales.
El mandatario convirtió a su esposa y mano derecha Rosario Murillo en su compañera de fórmula.
Militante sandinista desde la década de 1970 y madre de diez hijos, dos adoptados, esta excéntrica poetisa de 65 años conocida por su estilo autoritario es adorada por los simpatizantes de Ortega y apodada Bruja por los opositores.
La oposición califica la elección como una “farsa”, y trató de impedir a toda costa que Ortega, quien ya controla todo el aparato estatal, instaure una nueva dinastía en el país similar a los Somoza, familia que rigió los destinos de Nicaragua desde 1934 hasta 1979.
El presidente Daniel Ortega obtuvo el 71,3% de votos en Nicaragua en resultados parciales emitidos por el Consejo Supremo Electoral en conferencia de prensa cerca de las 11:30 de la noche del domingo.
Los nicaragüenses votaron en un ambiente de calma y baja participación en las elecciones más polémicas por la ausencia de observadores internacionales y el abrumador dominio del presidente Daniel Ortega, que consigue su tercer mandato consecutivo.
El mandatario afirmó que el proceso electoral fue “inédito” debido al bajo nivel de confrontación, porque “no nos lanzamos mensajes de odio ni tocamos tambores de guerra”.
No obstante, la oposición afirmó que hubo una abstención “masiva” aún en lugares donde es tradicional la influencia del partido de Ortega, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
“Es evidente en todo el país que el abstencionismo ha sido masivo. Nosotros hemos calculado del 70% al 80% de abstención” de acuerdo con informes preliminares, afirmó la dirigente del opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD) Violeta Granera.
Repetición de comicios
La oposición, que quedó fuera de la contienda por fallos judiciales atribuidos a una maniobra del gobernante, hizo un llamado a la abstención a efecto de justificar una nueva convocatoria a elecciones con transparencia. Imágenes de televisión desde el Caribe y las comunidades por donde pasará el proyecto de canal interoceánico mostraron escasa presencia de votantes en las mesas electorales.
El mandatario convirtió a su esposa y mano derecha Rosario Murillo en su compañera de fórmula.
Militante sandinista desde la década de 1970 y madre de diez hijos, dos adoptados, esta excéntrica poetisa de 65 años conocida por su estilo autoritario es adorada por los simpatizantes de Ortega y apodada Bruja por los opositores.
La oposición califica la elección como una “farsa”, y trató de impedir a toda costa que Ortega, quien ya controla todo el aparato estatal, instaure una nueva dinastía en el país similar a los Somoza, familia que rigió los destinos de Nicaragua desde 1934 hasta 1979.