Caracas, Venezuela.
Seguidores oficialistas se enfrentaron ayer a militares en los alrededores del Parlamento venezolano, cuando intentaban impedir el ingreso de legisladores opositores a quienes los uniformados brindaron protección.
Apostados en los alrededores del palacio legislativo, los chavistas lanzaron bombas de estruendo y golpes a los efectivos de la Guardia Nacional en reproche por evitar su avance hacia el punto por donde pasaban los diputados.
En medio de gritos, insultos y patadas de los seguidores del gobierno de Nicolás Maduro a los escudos de los militares, los asambleístas lograron pasar del edificio administrativo al hemiciclo protegiéndose la cabeza en algunos casos con los maletines de trabajo.
“No vamos a permitir que la derecha capataz del imperio derrote al poder popular, a un gobierno legítimo. No somos Brasil, no somos Honduras, aquí somos venezolanos, carajo”, declaró Naila Rangel.
El incidente en el Parlamento se produjo en medio de una creciente tensión por la ofensiva opositora contra el mandatario para sacarlo del poder, con la convocatoria para hoy a una huelga general de 12 horas.
El presidente del Parlamento, el opositor Henry Ramos Allup, envió ayer al presidente Maduro la cita a comparecer ante los diputados para determinar su responsabilidad en la “ruptura del hilo constitucional”. “Lo citamos de acuerdo al artículo 127 numeral 3, para que concurra a la sesión del próximo martes a las 3.00 pm, dijo Ramos Allup al finalizar la sesión de ayer, en la cual no participaron los diputados oficialistas.
Amenaza
“A Venezuela no la para nadie. Venezuela lo que quiere es trabajo y va a prosperar”, dijo Maduro en cadena nacional de radio y televisión, en su primera reacción ante la convocatoria de la MUD para la huelga de hoy.
Maduro ratificó la advertencia que adelantó el miércoles el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien sostuvo que la Fuerza Armada ocupará las empresas que se acojan el llamado a paro.
“Empresa parada, empresa recuperada por los trabajadores y la revolución... No voy a aceptar ningún tipo de conspiración”, sentenció.
Seguidores oficialistas se enfrentaron ayer a militares en los alrededores del Parlamento venezolano, cuando intentaban impedir el ingreso de legisladores opositores a quienes los uniformados brindaron protección.
Apostados en los alrededores del palacio legislativo, los chavistas lanzaron bombas de estruendo y golpes a los efectivos de la Guardia Nacional en reproche por evitar su avance hacia el punto por donde pasaban los diputados.
En medio de gritos, insultos y patadas de los seguidores del gobierno de Nicolás Maduro a los escudos de los militares, los asambleístas lograron pasar del edificio administrativo al hemiciclo protegiéndose la cabeza en algunos casos con los maletines de trabajo.
“No vamos a permitir que la derecha capataz del imperio derrote al poder popular, a un gobierno legítimo. No somos Brasil, no somos Honduras, aquí somos venezolanos, carajo”, declaró Naila Rangel.
El incidente en el Parlamento se produjo en medio de una creciente tensión por la ofensiva opositora contra el mandatario para sacarlo del poder, con la convocatoria para hoy a una huelga general de 12 horas.
El presidente del Parlamento, el opositor Henry Ramos Allup, envió ayer al presidente Maduro la cita a comparecer ante los diputados para determinar su responsabilidad en la “ruptura del hilo constitucional”. “Lo citamos de acuerdo al artículo 127 numeral 3, para que concurra a la sesión del próximo martes a las 3.00 pm, dijo Ramos Allup al finalizar la sesión de ayer, en la cual no participaron los diputados oficialistas.
 Los seguidores del presidente Nicolás Maduro intenraron agredir a los diputados opositores.
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“A Venezuela no la para nadie. Venezuela lo que quiere es trabajo y va a prosperar”, dijo Maduro en cadena nacional de radio y televisión, en su primera reacción ante la convocatoria de la MUD para la huelga de hoy.
Maduro ratificó la advertencia que adelantó el miércoles el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, quien sostuvo que la Fuerza Armada ocupará las empresas que se acojan el llamado a paro.
“Empresa parada, empresa recuperada por los trabajadores y la revolución... No voy a aceptar ningún tipo de conspiración”, sentenció.
