El punto focal de su presentación fueron los ajuares para novia, todos tradicionales y muy elaborados con telas recamadas, adornadas con flores 3d y mezcla de texturas y colores. El blanco, por tradición nupcial, se impuso y fue el cierre de su desfile de Francesca Miranda.
Pero todo comenzó con color y diseños elegantes. Tonos naranja satinados, calados, grises y negros, blancos con lunares negros y diseños adornados con esferas perladas en diversas dimensiones fueron su fuente de inspiración hacia una mujer clasicista en su estilo pero que arriesga sin llegar a los extremos.
La falda midi o corte lady y el crop top no faltaron. Ajustadas columnas de materiales ricos en bordados y tejidos engalanaron las delgadas siluetas de las modelos, una que otra tuvo contratiempos por los largos de los diseños y casi se caen sobre la estrecha pasarela negra.
Unas 400 personas abarrotaron el coliseo Iván de Bedout donde aplaudieron con serenidad la colección de Miranda, quien ha hecho de Colombia su hogar definitivo.
Muchos de los diseños llevaban una fuerte influencia a Valentino, otros eran reminiscencias del look sofisticado británico mientras que también mezclo sifones, volumen y vestidos adornados con círculos de dimensiones que le daban el toque audaz.
AluSinante fue la propuesta de Francesca que corono la noche con su colección nupcial, cuyas modelos posaron al final en la larga escalinata del complejo.
 Unas 400 personas abarrotaron el coliseo Iván de Bedout donde aplaudieron con serenidad la colección de Miranda, quien ha hecho de Colombia su hogar definitivo.
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 El blanco, por tradición nupcial, se impuso y fue el cierre de su desfile.
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