“Lo que me influyó en primer lugar fue la liberación de la mujer, que comenzó a afirmar su especificidad, su capacidad a ser no solo madre, esposa, hija, sino una personalidad con múltiples aspectos”, explica.
“La cultura patriarcal sigue presente en la moda. Nuestro rol es usar el lado popular para suscitar curiosidad”.
Una imagen de ella junto con su madre, ambas con un fular anudado en la cabeza, aparece como una marcada inspiración para esta colección prêt-à-porter otoño-invierno 2020-2021.
Los pañuelos en la cabeza complementan casi todas las propuestas: trajes chaqueta ajustados, conjuntos con falda larga transparente, minifaldas con ponchos, vestidos de noche...
Los calcetines altos que la diseñadora luce en la foto aquí se convierten en medias de rejilla negra y en calcetines que sobresalen de los botines.
“No quería ser nostálgica, releo mi diario íntimo con mi visión contemporánea”, señala la italiana. Sus referencia a esta época no se traduce en “looks”, más bien en “la actitud”, explica.
“Es una búsqueda que cada mujer tiene que hacer individualmente, pero tenemos que sensibilizar a las mujeres para que se vistan para ellas, y no para los otros (...), y se distancien de la idea de belleza femenina estereotipada”.
El calzado plano, las botas en caucho o los zapatos abiertos, como si fueran zapatillas de casa, reflejan esta idea, destaca la estilista.
Los motivos “cool y atemporales”, como los puntos o los cuadros, predominan en su propuesta.
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La silueta femenina se presenta “afinada” y “simplificada” visualmente, pero “compleja” desde el punto de vista técnico.
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