Idear nuevos conceptos en los tiempos de
Covid-19 es todo un reto para las grandes casas de moda. Y, hasta ahora, una de las triunfadoras parece ser la teatral casa fundada por
Franco Moschino, la cual causó furor con su presentación virtual para la próxima primavera; las grandes protagonistas fueron unas lindas marionetas hechas nada menos que por la compañía fundada por
Jim Henson, sí, el creador de los entrañables
Muppets.
En más de 40 looks, Scott logró un espectáculo de arte, música y moda que causó revuelo en las redes al simular desfiles del pasado, esos en los cuales las modelos posaban muy elegantes entre pocos asistentes, entre ellos: Anna Wintour, Hamish Bowles y Edward Enninful, editor de la Vogue UK, quienes fueron recreados también en bellos títeres de 76 centímetros cada uno.
Lo sorprendente es que cada prenda fue hecha a tamaño natural para luego adaptarlas a los cuerpos de los muñecos, prestando atención a cada detalle, a cada plisado, a cada bordado... en diseños que incluían trajes sastres bordados, vestidos de noche llenos de moños, encajes y muchas prendas con vuelos y holanes, abrigos forrados de piel, además de una tradicional novia. Estilos muy lejos de las 'locuras' que presenta normalmente esta cas,a como pants con los logotipos de McDonald's o con la famosa happy face.
Así, este diseñador, quien se ha quejado de que la Alta Moda en Milán no le presta atención, dio un cambió radical con estos atuendos con toques retro, elegantes y sofisticados, pero que no pierden lo llamativo y grandilocuente estilo de esta casa de moda que dio un giro tremendo a la línea que venía siguiendo hasta entonces, ya que, además, se dio el lujo de mostrar algunas prendas al revés para brindar la oportunidad al público de observar los detalles internos de algunas piezas.
La paleta de colores fue por el rosa y el azul, sin olvidar todos los metálicos en modelos que desfilaron con los acordes clásicos de melodías de los años 50, las cuales brindaron un toque sofisticado a esta original pasarela que ha sido proclamada por la crítica como un ejemplo a seguir en las nuevas presentaciones digitales.
Atención especial a los accesorios que incluían, todo en pequeño, bolsas metálicas de piel, guantes largos, coronas, zapatos con detalles en cristal, tocados con plumas y collares de perlas, lo cual le proporcionaba un sentido más humano a las delicadas muñecas.
Al final, una marioneta del mismo diseñador se presentó para realizar, lleno de orgullo, el saludo final al público en un espectáculo que logró recrear la magia y el espíritu de los desfiles en vivo. Un paso más en la carrera de Jeremy Scott.
En más de 40 looks, Scott logró un espectáculo de arte, música y moda que causó revuelo en las redes al simular desfiles del pasado, esos en los cuales las modelos posaban muy elegantes entre pocos asistentes, entre ellos: Anna Wintour, Hamish Bowles y Edward Enninful, editor de la Vogue UK, quienes fueron recreados también en bellos títeres de 76 centímetros cada uno.
Lo sorprendente es que cada prenda fue hecha a tamaño natural para luego adaptarlas a los cuerpos de los muñecos, prestando atención a cada detalle, a cada plisado, a cada bordado... en diseños que incluían trajes sastres bordados, vestidos de noche llenos de moños, encajes y muchas prendas con vuelos y holanes, abrigos forrados de piel, además de una tradicional novia. Estilos muy lejos de las 'locuras' que presenta normalmente esta cas,a como pants con los logotipos de McDonald's o con la famosa happy face.
Los trajes fueron adaptados en modelos a escala en miniatura
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Al final, una marioneta del mismo diseñador se presentó para realizar, lleno de orgullo, el saludo final al público
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Así, este diseñador, quien se ha quejado de que la Alta Moda en Milán no le presta atención, dio un cambió radical con estos atuendos con toques retro, elegantes y sofisticados, pero que no pierden lo llamativo y grandilocuente estilo de esta casa de moda que dio un giro tremendo a la línea que venía siguiendo hasta entonces, ya que, además, se dio el lujo de mostrar algunas prendas al revés para brindar la oportunidad al público de observar los detalles internos de algunas piezas.
La paleta de colores fue por el rosa y el azul, sin olvidar todos los metálicos en modelos que desfilaron con los acordes clásicos de melodías de los años 50, las cuales brindaron un toque sofisticado a esta original pasarela que ha sido proclamada por la crítica como un ejemplo a seguir en las nuevas presentaciones digitales.
Atención especial a los accesorios que incluían, todo en pequeño, bolsas metálicas de piel, guantes largos, coronas, zapatos con detalles en cristal, tocados con plumas y collares de perlas, lo cual le proporcionaba un sentido más humano a las delicadas muñecas.
Al final, una marioneta del mismo diseñador se presentó para realizar, lleno de orgullo, el saludo final al público en un espectáculo que logró recrear la magia y el espíritu de los desfiles en vivo. Un paso más en la carrera de Jeremy Scott.