TEGUCIGALPA. Carlos Campos no deja de sorprender. Su pasarela con la colección primavera verano 2017 no solo conquistó a la crítica internacional y neoyorquina en julio. Ahora también sorprendió y gustó tanto al público hondureño que aplaudió al artista por su capacidad de reinventarse y crear atuendos en cada propuesta.
El diseñador más internacional de Honduras en el mundo logró que los aplausos de sus compatriotas fueran el premio más valioso, no solo porque sus diseños inspirados en la elegancia varonil del hombre cubano fuesen una oda de alta sastrería y vanguardismo, sino también porque esa noche abanderaba con orgullo el sentir hondureño y su natal ciudad de El Progreso cumplía 124 aniversario de fundación.
Vitrina. Carlos presentó más de un centenar de piezas en algodón orgánico que fue creado en Japón. También la seda natural y la lana suave producida en Italia fue su materia prima para conceptualizar la pasarela que en sus propias palabras para LA PRENSA “me devuelven a la vida a mi amado padre Carlos Campos, a quien le debo el hermoso arte de la sastrería”.
Incluyó prendas para mujer, arriesgadas y cosmopolitas, pero con la esencia de los aires cubanos que abanderaba el concepto en vestir.
El orgullo. Su emblemático apellido Campos, que se ha vuelto el sello de cada colección, ahora lo estampa con un diseño art déco, logrando así hacer tributo a las raíces paternas de donde proviene su arte en la sastrería.
Para complementar cada conjunto, el diseñador también presentó sus zapatos elaborados en Italia por la prestigiosa casa Louis Leeman. Son tipo tenis, de suela plana y de impecable diseño minimalista que son furor en la tienda de la Madison Avenue de Nueva York y donde se venden desde 900 a 1200 dólares cada par.
Los modelos hondureños con estampa más internacional salieron a la pasarela con esta colección y compartieron créditos con tres más que Carlos Campos trajo desde la Gran Manzana.
Ahora mismo prepara una nueva colección que será su propuesta para el otoño invierno 2017. Este artista nunca se toma un descanso y la presentará en la semana de la moda de NY en enero del próximo año.
Ha estado viajando por diversos destinos, no solo buscando inspiración, sino también materia prima de alta calidad para crear excelencia y diseños que encanten a los expertos en moda de diarios como New York Times, Women’s Wear Daily y los más influyentes medios de EUA.
El diseñador más internacional de Honduras en el mundo logró que los aplausos de sus compatriotas fueran el premio más valioso, no solo porque sus diseños inspirados en la elegancia varonil del hombre cubano fuesen una oda de alta sastrería y vanguardismo, sino también porque esa noche abanderaba con orgullo el sentir hondureño y su natal ciudad de El Progreso cumplía 124 aniversario de fundación.
 La colección era una fusión de volumen, frescura, juventud, sofisticación y un patronaje con excelente trazo y un acabado excepcional. Por algo el artista de la moda cerraba la primera edición de Estilo Moda 2016.
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Vitrina. Carlos presentó más de un centenar de piezas en algodón orgánico que fue creado en Japón. También la seda natural y la lana suave producida en Italia fue su materia prima para conceptualizar la pasarela que en sus propias palabras para LA PRENSA “me devuelven a la vida a mi amado padre Carlos Campos, a quien le debo el hermoso arte de la sastrería”.
Incluyó prendas para mujer, arriesgadas y cosmopolitas, pero con la esencia de los aires cubanos que abanderaba el concepto en vestir.
 Presentó su nuevo estampado con destellos grises y verdes, el blanco, el azul y el olivo imperan en guayaberas exageradamente estéticas y refrescadas para lucir atemporal, como si la moda de la vieja Habana reviviera en pleno siglo 21 y fuera la preferida del armario juvenil.
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El orgullo. Su emblemático apellido Campos, que se ha vuelto el sello de cada colección, ahora lo estampa con un diseño art déco, logrando así hacer tributo a las raíces paternas de donde proviene su arte en la sastrería.
Para complementar cada conjunto, el diseñador también presentó sus zapatos elaborados en Italia por la prestigiosa casa Louis Leeman. Son tipo tenis, de suela plana y de impecable diseño minimalista que son furor en la tienda de la Madison Avenue de Nueva York y donde se venden desde 900 a 1200 dólares cada par.
Los modelos hondureños con estampa más internacional salieron a la pasarela con esta colección y compartieron créditos con tres más que Carlos Campos trajo desde la Gran Manzana.
Ahora mismo prepara una nueva colección que será su propuesta para el otoño invierno 2017. Este artista nunca se toma un descanso y la presentará en la semana de la moda de NY en enero del próximo año.
Ha estado viajando por diversos destinos, no solo buscando inspiración, sino también materia prima de alta calidad para crear excelencia y diseños que encanten a los expertos en moda de diarios como New York Times, Women’s Wear Daily y los más influyentes medios de EUA.
 Esta es la tercera pasarela que Carlos Campos presenta en Honduras, dos en Tegucigalpa y una en San Pedro Sula.
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