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Hondureño evade la pena de muerte en Estados Unidos

  • 06 febrero 2014 /

Carlos Ayestas sería el décimo tercer latinoamericano que sale del pabellón de la muerte.

Tegucigalpa, Honduras

En un hecho sin precedentes para reos hondureños que esperan su ejecución en Estados Unidos, el Circuito Cinco de la Corte de Apelaciones de Texas resolvió revisar el caso de nuestro compatriota Carlos Manuel Ayestas, condenado a muerte en ese estado hace 17 años.

Tras varios años de batalla legal, los abogados de Ayestas lograron que su juicio comience de cero. En los próximos días, Ayestas dejará el pabellón de la muerte, donde ha estado recluido hace 17 años proclamando su inocencia. El traslado puede durar días o meses, según el protocolo carcelario, pero “el dictamen es irreversible”, confió una fuente oficial.

El hondureño, también conocido como Dennis Zelaya Corea por las autoridades estadounidenses, fue acusado del asesinato de Santiaga Paneque (67), ocurrido en 1995 en Houston.

Moción

LA PRENSA tuvo acceso al expediente número 11-70004, documento 00512517635, del 30 de enero de 2014, en que la Corte de Apelaciones del Circuito Cinco de Estados Unidos “otorga la moción de un certificado de apelación con prisión preventiva, que reconsidera la asistencia ineficaz que recibió Ayestas” antes de ser condenado a muerte.

En el documento oficial se explica que un jurado de Texas sentenció al hondureño a la pena capital por un asesinato que cometió mientras robaba en una casa. “Su condena fue confirmada por la Corte de Apelaciones de Texas, que le negó una solicitud de hábeas corpus (recurso de exhibición personal)”. Posteriormente, Ayestas buscó otros recursos. “En su demanda federal, Ayestas planteó pruebas adicionales de asistencia ineficaz de sus abogados mediante una solicitud de hábeas estatal. El 26 de enero de 2011, el Tribunal denegó el pedido y se negaron a considerar las nuevas pruebas de fondo”.

Agregan que se volvió a negar el 22 de febrero de 2012 un certificado de apelación concluyendo que nuestro connacional no había demostrado buenas causas.

“En marzo de 2012, Ayestas presentó una petición para anular el juicio y pidió prisión preventiva a la Corte del Distrito. Negamos la moción”, se explica en el documento de tres páginas. Después, el 3 de junio de 2013, el Tribunal Supremo aceptó la petición de Ayestas de un nuevo examen, por lo que la Corte Suprema otorgó la moción de un certificado de apelación.

Nuevo juicio

El traslado del caso de Ayestas a una Corte Federal es un hecho. El hondureño logró con un equipo de abogados de una universidad de prestigio en Texas que comience un nuevo juicio.

“Carlos Ayestas ya está descalificado de ser ejecutado por inyección letal.

El dictamen de la Corte lo saca del pabellón de la muerte. Tendrá un nuevo juicio y será acusado de robo, condena que ya cumplió porque lleva 17 años en el corredor de la muerte”, explicó la fuente oficial. La Secretaría de Relaciones Exteriores aún no se pronuncia sobre el caso. No obstante, cabe señalar que el gobierno de Porfirio Lobo Sosa le concedió mayor atención consular al expediente del hondureño por medio del consulado en Houston.

La visita

La primera visita de LA PRENSA a Ayestas en el corredor de la muerte fue en 2005; la segunda en 2012, cuando se constató que es un hombre sano e inteligente, ya que ha logrado estudiar al dedillo las leyes del estado de Texas.

“No es fácil estar aquí. Leo mucho. He aprendido varios idiomas. Estamos aislados. Hace mucho que no veo a Cubas. él está muy dañado mentalmente, el encierro le ha hecho estragos”, dijo en 2012 a un equipo de LA PRENSA que lo visitó en la cárcel de máxima seguridad de Polunsky, Texas, donde esperaba la temible inyección letal. En la misma cárcel está recluido Rafael Edgardo Cubas, hondureño con fecha de ejecución prevista para el 29 de mayo próximo. Antes, en 2008, fue ejecutado Heliberto Chi Aceituno.

“Nací en Tegucigalpa, pero me crié en la Rivera Hernández, en San Pedro Sula. Cuando cumplí 18 años me vine a Estados Unidos”, contó.

Se desconoce el rumbo que el nuevo juicio tomará en la Corte Federal; no obstante, Ayestas ha logrado evadir la pena de muerte al ser aceptada su última apelación tras 16 años de encierro en uno de los pabellones de la muerte más drásticos: el de Texas.