La fortaleza nacida de la fe y el amor a Dios permitió al apóstol Germán Ponce dirigirse a las más de 15,000 personas reunidas ayer en Jardines del Recuerdo para dar el último adiós a su esposa y también líder espiritual Ninoska de Ponce.
El pastor de origen guatemalteco y asentado desde mediados de los 90 en la Capital Industrial agradeció a los miembros de la iglesia por acompañarlos a lo largo de la batalla que enfrentó la mujer con quien procreó tres hijos y se convirtió en la compañera ideal para llevar el mensaje del Evangelio a través de las prédicas de la Iglesia de Cristo Ebenezer.
El apóstol German Ponce cuando ingresaba en el cementerio para las honras fúnebres a su esposa. Los miembros de la iglesia acompañaron a la familia doliente.Fotos: Jorge Gonzáles y Yoseph Amaya.
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Destacó que su esposa en los últimos seis meses de vida estuvo preparándose “para estar delante del Rey. Por eso hemos cantado los himnos que El Señor le dio a ella. Mis hijos y yo fuimos testigos de la pasión con que Ninoska hacía las cosas para el Señor”, contó el pastor a los asistentes.
La pastora luchó por más de cinco años contra el cáncer, hasta su muerte, el sábado a mediodía. Ninoska de Ponce. Foto: Instagram.
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“Ellos han sembrado amor y están recibiendo amor de parte de todos los hermanos de la Iglesia y de parte del mundo, porque ellos han sabido expandir el Evangelio”, coincidió el cristiano Elías Cueva, quien, como muchos, conservará en su memoria el legado de la pastora.
Los restos mortales de Ninoska de Ponce descansan en Jardines del Recuerdo. Miles de personas asistieron a su sepelio. Fotos: Jorge Gonzáles y Yoseph Amaya.
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