San Pedro Sula, Honduras.
La zozobra se apodera de los maiceros de Olancho, el mayor productor de este grano en el país, por la falta de lluvias que amenaza con destruir alrededor de tres millones de quintales, lo que dejaría pérdidas estimadas en L870 millones, según productores.
Las autoridades cuentan hasta el momento pérdidas de un millón de quintales, que representan alrededor de L290 millones en las zonas del corredor seco, calcula Luis Donaire, asesor de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh) y expresidente de Prograno. La posibilidad de que se pierda la cosecha de Olancho, que significa más de la mitad de la producción nacional, ha puesto en jaque a los productores y las autoridades esperan un “milagro” para que llueva constantemente en la zona.
“Llovió, pero muy poco. Si el clima sigue así, perderemos el 100% de la cosecha y habrá una gran tragedia económica, ya que gran parte de la generación de empleos del país depende de la agricultura. Además aumentaría la importación de maíz”, declaró Juan Valladares, actual presidente de Prograno.
Muchos productores aseguran que invirtieron todos sus ahorros y esperanzas en este cultivo. Esperaban tener una buena producción y recuperarse de la bancarrota en que los dejó la sequía del año pasado.
Ramón Oliva, presidente de Prograno en la zona de Olancho, relató que varias regiones del departamento donde no se esperaban daños por la sequía han comenzado a reportar pérdidas.
“Estamos desesperados porque, aunque llueva, un buen porcentaje de la cosecha se perderá”, afirmó. El productor dijo que se están organizando para marchar la próxima semana y exigirle ayuda al Gobierno.
“Ellos ya sabían de la sequía y no hicieron nada para evitar este problema. Hubo negligencia; nos dejaron solos”.
La zozobra se apodera de los maiceros de Olancho, el mayor productor de este grano en el país, por la falta de lluvias que amenaza con destruir alrededor de tres millones de quintales, lo que dejaría pérdidas estimadas en L870 millones, según productores.
Las autoridades cuentan hasta el momento pérdidas de un millón de quintales, que representan alrededor de L290 millones en las zonas del corredor seco, calcula Luis Donaire, asesor de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh) y expresidente de Prograno. La posibilidad de que se pierda la cosecha de Olancho, que significa más de la mitad de la producción nacional, ha puesto en jaque a los productores y las autoridades esperan un “milagro” para que llueva constantemente en la zona.
“Llovió, pero muy poco. Si el clima sigue así, perderemos el 100% de la cosecha y habrá una gran tragedia económica, ya que gran parte de la generación de empleos del país depende de la agricultura. Además aumentaría la importación de maíz”, declaró Juan Valladares, actual presidente de Prograno.
Muchos productores aseguran que invirtieron todos sus ahorros y esperanzas en este cultivo. Esperaban tener una buena producción y recuperarse de la bancarrota en que los dejó la sequía del año pasado.
Ramón Oliva, presidente de Prograno en la zona de Olancho, relató que varias regiones del departamento donde no se esperaban daños por la sequía han comenzado a reportar pérdidas.
“Estamos desesperados porque, aunque llueva, un buen porcentaje de la cosecha se perderá”, afirmó. El productor dijo que se están organizando para marchar la próxima semana y exigirle ayuda al Gobierno.
“Ellos ya sabían de la sequía y no hicieron nada para evitar este problema. Hubo negligencia; nos dejaron solos”.
Sequía elevará déficit
La sequía en el país no solo repercutirá en los productores, sino que impactará directamente en la economía del país y contribuirá a que el déficit fiscal se acerque al 10% a final de 2014, advierten los economistas.
“No sé de dónde el Gobierno va a sacar el dinero para afrontar esta crisis porque su situación fiscal es bastante complicada. Los ingresos no ajustarán para atender la emergencia. Estamos ante una base tributaría que ya no se puede estirar más, ya no genera recursos suficientes. Por las acciones del Gobierno en el pasado recurrirá a solicitar un préstamo, a endeudarse más en el extranjero”, opinó Rafael Delgado, presidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), del capítulo noroccidental.
En cambio, para Hugo Noé Pino, investigador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), el panorama es más alentador, pues si mejora la cosecha de segunda, los fondos que se destinen al problema no serán tantos.
Sugirió que el Gobierno desarrolle un programa de granos básicos que estimule la oferta y planifique programas a mediano y largo plazo para evitar un nuevo desabastecimiento.
